La ex profesora de Plástica Noemí Gross y su familia fueron víctimas ayer por la tarde, de un
asalto ocurrido en pleno centro, en diagonal a la oficina que posee en la
Ciudad la empresa Camuzzi. Una mujer con un nene en brazos fue el señuelo que
utilizaron los integrantes de la banda de delincuentes para que poder ingresar
a la vivienda.
El hecho sucedió alrededor de las 17:30 en la casa
de la familia Gross, ubicada sobre la calle Alsina, a escasos metros de
Mariani. En ese momento una mujer que llevaba un niño en brazos llamó a la puerta
y haciéndose pasar por una supuesta clienta pidió hablar con otra mujer que en
esa casa se dedica a realizar trabajos de costura.
De inmediato la simulación se terminó y cuando la
puerta estaba abierta cuatro sujetos armados y con los rostros cubiertos
ingresaron al domicilio.
El dueño de casa, Otto Gross (80) y su esposa Noemí
descansaban en una de las habitaciones del primer peso cuando fueron
sorprendidos por los asaltantes.
“Nos despertaron y nos pedían la plata, tenían
armas de fuego y una cuchilla muy grande. Nos decían que entreguemos la plata,
pedían dólares. A mi marido lo tiraron al piso y le pusieron una pistola en la
cabeza”, señaló Noemí.
Un nieto del matrimonio que también estaba en el
primer piso intentó escapar pero fue interceptado por otro de los delincuentes,
quien lo detuvo apuntándole con un arma de fuego.
Parte de la familia Gross fue obligada a permanecer
en la planta baja de la casa mientras Otto y su mujer eran amenazados en la
habitación.
Noemí terminó con un importante hematoma en el
cuello porque uno de los ladrones la estranguló con un cable para que diga en
qué lugar había dinero. “Revisaron todos los cajones y placares. Dejaron todo
revuelto, hecho un desastre, y nos tuvieron encerrados durante más de media
hora”, agregó mujer.
En el hecho intervino personal de la Unidad Sexta y
al lugar concurrió una ambulancia del hospital para asistir a la familia.
En total fueron seis las víctimas del robo, entre
ellas un niño que también se encontraba en la vivienda. Los asaltantes huyeron
con una suma de dinero no especificada y algunos teléfonos celulares.
Otto Gross (80 años) y su esposa Noemí descansaban
en una habitación del primer piso cuando fueron sorprendidos por los ladrones.
“Nos despertaron y nos pedían la plata, tenían
armas de fuego y una cuchilla muy grande. Nos decían que entreguemos la plata”,
contó Noemí, una de las víctimas del violento robo que ocurrió ayer en Allen.
(Río Negro - Infoallen)
PUBLICADO EL 02/07/16
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