"Somos un país joven y nos gustan las cosas
nuevas. Yo me beneficié de esa cultura, hay que reconocerlo. Cuando aparecí en
escena en 2008, todos dijeron: Él es nuevo. En cambio, muchas veces damos por
sentado a quienes han estado en las trincheras, dando las batallas de manera
constante", aseguró Obama, sin dejar de señalar a Clinton con una amplia
sonrisa en su rostro.
"A veces actuamos como si no haber hecho nada
antes y no tener idea de lo que se estamos haciendo es una virtud",
agregó, en una de sus tantas referencias tácitas al empresario millonario
devenido en virtual candidato republicano, Donald Trump, según mostró el canal
de televisión estadounidense MSNBC.
Con un cartel celeste con letras blancas que reza
Juntos somos más fuerte de fondo, Obama y Clinton se dirigieron a una multitud
de simpatizantes en la ciudad de Charlotte, en el estado de Carolina del Norte,
uno de los distritos que suele definir las elecciones presidenciales, como las
del próximo noviembre.
Ella con un saco fucsia, él con una camisa blanca
arremangada y una corbata oscura, intercambiaron sonrisas, elogios y miradas
cómplices.
"Estoy acá hoy porque cree en Hillary Clinton.
Quiero que ustedes la ayudan a ser elegida como la próxima Presidente de
Estados Unidos (...) Vi cómo ella trata a todos con respeto y así es cómo uno
puede juzgar a la gente, según cómo trata a los demás fuera de cámara",
aseguró Obama, en otro comentario que pareció hacer referencia a los exabruptos
y maltratos que periodistas y activistas denunciaron haber recibido de Trump.
Por su parte, Clinton le devolvió la gentileza con
creces.
"Cuando miro al presidente, veo a alguien que,
a pesar de la obstrucción (del Congreso) a la que se ha enfrentado, continúa
encontrando puntos y propósitos en común", destacó la virtual candidata a
la Casa Blanca del Partido Demócrata, según la agencia de noticias EFE.
"Es un hombre de Estado que lidera no sólo
nuestro país, sino al mundo entero. Este es un presidente que sabe cómo
mantenernos seguros y fuertes", agregó su ex secretaria de Estado.
Obama hizo público su apoyo a Clinton hace unas
semanas, luego que ésta alcanzara el número necesario de delegados para
imponerse en una primera votación en la Convención Nacional que el Partido
Demócrata realizará en unas semana en la ciudad de Filadelfia.
En esa convención partidaria Clinton finalmente
será nominada como la primera candidata mujer a la Casa Blanca de una de las
dos fuerzas mayoritarias.
Por eso, Obama no dudó en atacar directamente a la
oposición.
"Los republicanos hablan mucho sobre
inmigración, pero no hicieron nada en el Congreso...y ahora eligieron a un
candidato cuyo único plan es construir un muro más alto", dijo el
mandatario con una sonrisa socarrona.
Obama no mencionó a Trump, pero el público comenzó
a abuchear de inmediato, lo que fue repudiado y silenciado por el propio
presidente.
"No, no. Sabía que iban a hacer eso, pero no
abucheen, vayan a votar. Abuchar sólo no sirve, hay que votar", arengó el
mandatario, haciendo énfasis sobre uno de los puntos centrales que definen las
elecciones presidenciales en Estados Unidos: el nivel de participación.
En un país en el que el voto no es obligatorio, en
el que las elecciones son un martes laborable y en el que menos del 20% de la
población se esfuerza en ir hasta una urna, un aumento relativamente moderado
del número de electores en algunos estados claves puede definir unos comicios
nacionales.
En ese sentido, Obama y Clinton eligieron Carolina
del Norte como su primer escenario de campaña conjunto porque se trata de uno
de los llamados estados oscilantes, que pueden definirse por un candidato
demócrata o un republicano, según la elección.
Con la excepción de la victoria de Obama en el
2008, Carolina del Norte votó por candidatos presidenciales republicanos la
mayoría de las veces desde 1960.
Con las mujeres representando el 54% de los
votantes y un electorado joven y mucho más diverso cada año, la victoria de
Clinton en Carolina del Norte dependerá de su habilidad de conseguir que la
voten en gran número quienes lo hicieron en 2008 por Obama.
Será igualmente crucial para Clinton aprovechar la
maquinaria política de Obama que todavía conserva un cúmulo de información
sobre votantes y donantes, así como un cuerpo de activistas entrenados y voluntarios
que la campaña de Clinton ya está utilizando.
Según trascendidos periodísticos, Clinton ya
recibió de la antigua campaña de Obama uno de los recursos más preciados: una
lista de emails que incluía 20 millones de direcciones en el 2012.
Esa lista ayudará a Clinton a recaudar fondos,
mediante el envío de mensajes por emails tal y como lo hizo Obama cuando
aspiraba a mantenerse en la Casa Blanca.
Los últimos sondeos nacionales publicados oscilaron
entre un empate técnico entre Clinton y Trump y una leve ventaja a favor de la
ex secretaria de Estado demócrata.
PUBLICADO EL 06/07/16
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