El ánimo de Messi se ha erosionado. La sentencia
judicial que lo condena a 21 meses de cárcel y una multa de 2 millones a él y
1,6 a su padre le ha causado una profunda decepción. A él y a la familia hasta
el punto de replantearse, siquiera levemente, continuar. Más que en el Barça,
en la Liga española.
Cada vez que un club se planteaba la posibilidad de
fichar a Leo Messi se encontraba con una sólida barrera, más resistente que la
alta ficha que percibe (la más alta del fútbol) y la cláusula de rescisión del
Barça de 250 millones: su voluntad. Inquebrantable. Sin ninguna grieta ni
ningún incentivo por el que Messi pudiera valorar la posibilidad de irse del
Camp Nou. Ni el dinero ni los compañeros ni el equipo ni la ciudad. Nunca ha
alimentado ese doble juego a diferencia de lo que ha ocurrido ahora con Neymar
a pesar de que los grandes clubs no han dejado nunca de rondarle.
Después de haber liquidado la multa más alta jamás
pagada por una persona física, después de haber seguido las indicaciones de
fiscalistas y abogados, después de pasar por el deshonor de ser juzgado (otros
futbolistas como Casillas o Xabi Alonso se han librado de esa condena mediatíca
resolviendo el trato sin fotografías de por medio), ser declarado culpable con
una pena que le sitúa al borde de la prisión en caso de otro encontronazo con
la justicia le ha supuesto una enorme conmoción.
Los clubs que estuvieron siempre al acecho de un
hipotético divorcio con el Barça vuelven a aparecer con lisonjas. Clubs que ya
han hecho números y planteamientos económico-financieros para abordar la
contratación de Messi. Son tres o cuatro, no más: con el Paris Saint Germain,
el Chelsea y el Manchester United en primera fila.
Obvia decir que el Madrid no cuenta para nada.
Además de que compite con el Barça y juega en la Liga, por la sospecha de una
cierta connivencia de miembros o exmiembros del club blanco con los agentes
judiciales que han fomentado el escarnio. La Abogacía del Estado comparó a
Messi con un capo mafioso durante el juicio. Curiosamente, nada más concluir
este caso, Mario Maza, ha abandonado la Abogacía del Estado para ingresar en la
Inspección de Hacienda.
Recurso al Supremo
El diario The Sun y La Gazzetta dello Sport
informan de un encuentro que se habría producido entre Jorge Messi y Roman
Abramovich, el propietario del Chelsea, para tantear a la familia del
futbolista antes de que se conociera la sentencia. El padre de Messi habría
conocido las condiciones económicas de la ficha que tendría su hijo para
convencerle.
También se ha movido el Manchester United cerca de
los Messi. No les falta el dinero a los propietarios (la familia estadounidense
de los Glazer) del club más rico del mundo y que cuenta con los mejores
contratos de patrocinio para darle a su nuevo entrenador todo lo que pida.
Ambición no le falta a José Mourinho. Ni timidez para pedir fichajes. Ninguno
como el de Messi para elevar la autoestima de la mitad sur y roja de la ciudad
y la petulancia del técnico para lucir al astro frente a Guardiola. Claro que
la presencia de Ibrahimovic, con quien tuvo una difícil convicencia en Barcelona,
no ayudaría a ese cambio.
"Messi ha pasado por muchas historias",
ha dicho Xavi Hernández en unas declaraciones a TV-3 sobre la posibilidad de
que Messi, harto, se vaya del Barça. El excompañero de Leo cree que su
resistencia a las decepciones es tan sólida como para soportar ese revés
judicial. Además, sus abogados, conmocionados aún con el contenido de la
sentencia, van a elevar un recurso al Tribunal Supremo en busca de restablecer
la honorabilidad familiar. "Leo y su padre son ciudadanos ejemplares",
rezaba la nota de su agencia de comunicación. Pero será un proceso largo y con
un resultado incierto.
El Barça también publicó una nota. No se conoce
otro gesto de proximidad más allá de ponerse a disposición del futbolista
"para secundarle en todas las iniciativas que decida emprender". El
club no ha detectado ningún síntoma de que Leo barrunte la idea de marcharse y
tampoco ha tomado medidas al respecto. Entiende que el jugador esté afectado
pero la preocupación no va más allá.
Los allegados del futbolista, quienes más le
conocen, están en guardia. De momento, Leo sigue de vacaciones en Bahamas.
Desde la distancia, son muchos los que darían cualquier cosa por saber lo que
todo el mundo se pregunta: ¿Qué pasa por la cabeza de Messi?
PUBLICADO EL 08/07/16
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