Las separaban 13 mil kilómetros, en el medio hay un
universo de culturas diferentes, de historias de vida distintas, pero hoy todo
eso estará unido en un abrazo. La siria Haneen Nasser llegará a la Argentina
esta noche y en el aeropuerto de Ezeiza la recibirá su prima Belén Nazer, quien
le dará refugio en su casa en un pueblo de La Pampa, donde la espera una fiesta
de bienvenida.
Parera será el pueblo donde Hannen vivirá a partir
de ahora, un lugar con 2 mil habitantes ubicado a casi 200 kilómetros de Santa
Rosa. La inminente llegada de la siria conmocionó a la comunidad árabe de La
Pampa, que la recibirá el domingo con un almuerzo con comidas típicas y danzas.
La Asociación Arabe pampeana celebrará la llegada
de Haneen: le darán la bienvenida con el tradicional keppe, las sfijas
(empanadas), música y danzas árabes. “Hablamos en inglés porque yo no sé nada
de árabe y ella tampoco de castellano. A las dos nos gusta el arte, la
literatura y la fotografía. Ahora vamos a tener tiempo de conversar en serio y
no por Internet”, contó Belén, ansiosa, que salió desde su casa hoy por la
mañana, para llegar con tiempo al aeropuerto.
Haneen tiene 24 años y es fotógrafa, así lo
demuestra en su perfil de Facebook, que está plagado de imágenes que ella misma
sacó. Tiene también en su “información” frases de distintos escritores como
Franz Kafka y Milan Kundera, lo que demuestra también su pasión por los libros.
El bisabuelo de Belén arribó al país como
inmigrante a fines del siglo XIX. En 2012, mientras rastreaba en su genealogía
para hallar familiares, Belén encontró a Haneen Nasser, una joven de Latakia,
provincia de Siria sobre las costas del Mediterráneo, desde donde habían
partido sus ancestros. Los primeros chats, en inglés, fueron breves. Pero con
el correr del tiempo se hicieron más extensos y llegaron a tener charlas de
hasta 4 horas. En esas conversaciones, primero por Facebook y más tarde por
Skype, Haneen le contaba sobre los amigos que emigraban de Siria por la amenaza
de la guerra. La situación, para ella, era cada vez peor.
En Lataquia la vida cotidiana se hizo imposible:
tenían 8 horas de electricidad por día y casi nulo servicio de Internet.
Conseguir comida comenzó a ser un drama. Un día, Haneen fue al grano: “Belén,
¿podrías darme refugio en tu país?”.
Pasó casi un año desde aquella pregunta hasta que
el consulado argentino de Líbano le sellaron la visa a Haneen, después de
largos trámites. El avión en el que viaja está cada vez más cerca de Argentina,
mientras que en Siria quedarán sus padres, una hermana y un hermano. En su
valija trae los sueños de una vida mejor.
PUBLICADO EL 15/07/16
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