Hacer bromas en Internet puede salir muy caro,
sobre todo si vives en un país en el que las leyes son especialmente duras
contra el acoso y la humillación. Es el caso de Malasia, donde un ciudadano de
76 años ha acabado en la cárcel por insultar a un político haciendo una broma
en WhatsApp.
El protagonista de la rocambolesca historia
responde al pseudónimo de Pa Ya, y el político insultado no es otro que el
primer ministro. El delito cometido fue enviar una foto graciosa a un grupo de
WhatsApp en la que se denigraba a Najib Razak, actual ejecutivo del país
asiático. La broma le ha costado a Pa Ya la prisión provisional.
Quizás en Occidente extrañe el encarcelamiento de
una persona por una foto en WhatsApp, especialmente cuando se ven todos los
días cientos de bromas en los grupos de esta app. Sin embargo, en Malasia
existe una ley muy restrictiva contra las personas que comparten contenido
“obsceno, indecente, falso, amenazante u ofensivo”, siendo todos estos
adjetivos muy libres de interpretación.
La ambivalencia de la ley facilita abusos de poder,
pues puede tomarse como una restricción en toda regla a la libertad de
expresión y de opinión, así como una intromisión en la privacidad de las
comunicaciones. Sin embargo, no en todos los países se respetan estos derechos
de la misma forma que en las democracias más consolidadas.
La pena máxima a la que se enfrenta Pa Ya es de un
año de cárcel y unos 12.000€ de multa. Por los precedentes existentes en cuanto
a la aplicación de esta ley, lo más probable es que tenga que cumplirla de
forma íntegra.
Esta pena de cárcel por compartir fotos ofensivas
por WhatsApp alimenta el debate sobre la privacidad en Internet. Especialmente
en regímenes dictatoriales, este tipo de aplicaciones sirven para coordinar a
la oposición democrática. He ahí la importancia del cifrado de las
comunicaciones, recientemente incorporado a la app de mensajería con más
usuarios del mundo.
PUBLICADO EL 10/07/16
POR INFOALLEN – MAIL: noticias@infoallen.com.ar