Las fuerzas de seguridad de Brasil anunciaron este
jueves la detención de diez "supuestos terroristas" que planeaban al
menos un ataque durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que comenzarán
en dos semanas, como gesto de “lealtad” al Estado Islámico.
"Se trata de una supuesta célula terrorista,
una primera célula, que pasó de mensajes sospechosos por internet a actos
preparatorios de un supuesto atentado. Los detenidos tuvieron al menos un
contacto con el Estado Islámico (EI)", reveló el ministro de Justicia,
Alexandre de Moraes.
El anuncio impactó de inmediato en los medios
brasileños e internacionales que observan con atención la situación en Brasil,
que recibirá a cientos de miles de viajeros durante los Juegos Olímpicos, y le
permite al cuestionado gobierno de Michel Temer mostrar la iniciativa en un
tema sensible cuando se espera la llegada de miles de personas al país.
Aunque la información dio cuenta de un grupo falto
de organización y con integrantes -todos brasileños, uno menor de edad- sin
contacto personal directo, quedó probado que se comunicaban a través de redes
sociales como Whatsapp y Telegram, y llegaron a entablar comunicación directa
con el EI por esos mismos medios.
"Algunos tuvieron al menos un contacto con el
Estado Islámico para una especie de bautismo, para un juramento de
lealtad", indicó el ministro, que aunque explicó que se trataba de “una
célula absolutamente aficionada, desorganizada", no dejaba de ser una
"amenaza". “Ninguna fuerza de seguridad seria puede ignorar ese
asunto", evaluó.
Las autoridades venían vigilando a los miembros de
ese grupo desde hace algunas semanas, debido a que intercambiaban mensajes y
videos en los que exaltaban al EI, y aumentaron los controles tras descubrir
contactos directos con esa organización.
Los
imputados realizaron "ese juramento patrón que repite alguna palabras en
árabe que aparece en una grabación (distribuida) por el estado islámico y la
persona la repite".
"No hubo una interacción directa de estas
personas con el Estado Islámico (...) pero a partir de eso, de ese rito, la
persona pasa a creer que es del Estado Islámico, pero eso no significa que van
a recibir financiamiento" del grupo extremista explicó De Moraes.
Además, este grupo había establecido negociaciones
vía internet con vendedores de armas clandestinos que operan en Paraguay, con
la intención de obtener al menos un fusil AK 47, aunque no se constató ninguna
compra.
La detención fue ordenada una vez que, en sus
mensajes, los miembros del grupo acordaron comenzar "entrenamientos en
artes marciales y tiro", lo que fue interpretado por las autoridades como
una amenaza real y el inicio de "preparativos" de un posible acto
terrorista durante los Juegos Olímpicos.
De Moraes detalló que parte de la investigación se
hizo en cooperación con agencias de inteligencia de otros países, por ejemplo,
la comprobaron del intento de compra del fusil. "No hay confirmación de
que lo hayan logrado", dijo.
Para el ministro, esa maniobra en marcha de de
comprar armas a través de las redes sociales revela el carácter
"aficionado" del grupo, porque "cualquier célula terrorista
organizada no compraría armas por internet".
En sus mensajes, detalló el titular de Justicia,
los detenidos exaltaban las actividades terroristas del EI, intercambiaban
videos sobre ejecuciones realizadas por esa organización extremista y llegaron
a celebrar los recientes atentados en Orlando (Estados Unidos) y Niza
(Francia).
Uno de los detenidos pretendía viajar al exterior
para "hacer un contacto personal" con miembros de ese grupo, pero
desistió porque "no tenía condiciones financieras", explicó el
ministro, quien volvió a subrayar el carácter "aficionado" de ese
grupo, que al parecer carecía de financiación.
En los mensajes que fueron interceptados por las
autoridades de inteligencia, los detenidos solían indicar que Brasil no era un
"objetivo" del terrorismo, pero que "en virtud de la proximidad
de los Juegos Olímpicos pasaba a estar dentro de los blancos".
El ministro explicó que la identidad de los
detenidos permanecerá bajo estricto secreto judicial, ya que la investigación
continúa, pero sostuvo que la sociedad estará debidamente informada sobre el
avance del trabajo policial con "absoluta transparencia".
Según precisó la Policía Federal, la operación fue
realizada en los estados de Amazonas, Ceará, Paraíba, Goias, Minas Gerais, Río
de Janeiro, San Pablo, Paraná y Río Grande do Sul.
Además de las detenciones, fueron practicados diez
allanamientos, en los que las autoridades incautaron computadores y teléfonos
móviles que, según el ministro de Justicia, pueden ofrecer más datos sobre las
actividades de los sospechosos.
Además la policía y los servicios de inteligencia
continuaban este jueves tras la pista de otros dos sospechosos contra quienes
hay órdenes de prisión emanadas de la Justicia del estado de Paraná, en la
región sur. El cabecilla del grupo tenía residencia en Curitiba, justamente
capital del estado de Paraná.
El ministro también aclaró que esa operación no
eleva los niveles de alarma de cara a los Juegos Olímpicos, que serán
inaugurados el próximo 5 de agosto en Río de Janeiro. "El nivel de alarma
es el mismo y es máximo", aseguró.
Antes de hablar con la prensa el ministro fue
recibido por el presidente Temer junto a funcionarios de las áreas de seguridad
y defensa.
El anuncio impactó de inmediato en los medios
brasileños e internacionales que observan con atención la situación en Brasil
que recibirá a cientos de miles de viajeros durante las Olimpíadas.
La agencia especializada en terrorismo SITE
considera que los Juegos son un "evento mundial y un blanco potencial
tanto para el Estado Islámico como para otros grupos yihadistas".
El anuncio de este jueves le sirve al Ejecutivo
para exhibir capacidad para impedir el accionar de una célula en gestación y
conquista la iniciativa política de la que adolecía Temer, que llegó al Palacio
del Planalto el 12 de mayo en reemplazo de la suspendida Dilma Rousseff, objeto
de un juicio político.
PUBLICADO EL 21/07/16
POR INFOALLEN – MAIL: noticias@infoallen.com.ar