El último registro fue en el estadio monumental, el
Lanús de Almirón dejó sin respuestas a aquél ciclón que dirigía Guede. Lejos
quedó la goleada del granate que lo consagró como último campeón del fútbol
argentino.
Ya son nueve los fines de semana en los que el
fanático del fútbol, el hincha, que hace un ritual de cada domingo para ir a la
cancha solo o bien acompañado cada domingo, tiene que apelar a su ingenio o
resignarse a una rutina que le resulte “sedante” hasta el retorno de la
actividad oficial, a partir del 19 de agosto.
Copa América sin el final deseado, la vida
deportiva y personal de Messi después del traspié, Copa Libertadores sin
equipos argentinos en el partido decisivo, organización de Superliga, un
mercado de pases poco resonante y crisis de AFA con Comisión Normalizadora
mediante, “entretuvieron” al futbolero y al que pocas veces tocó una pelota.
Más allá del contexto deportivo, los domingos se
hacen cuesta arriba para el simpatizante que en sus ratos libres vive del
fútbol y sus repercusiones. Especialistas desarrollan como afecta la ausencia
de la pelota en la vida cotidiana de estos “adictos” a sus colores.
Raúl Barrios, psicólogo de la Asociacion de
Psicologia del Deporte Argentina, explicó que la falta de fútbol "puede,
por ejemplo, alterar la cotideaneidad de un matrimonio, o cambia simplemente la
excusa de juntarse a comer un asado para después ver un partido".
“Incide en el ánimo, en el tiempo libre o el ocio
que le dedican al deporte”, insistió.
"El deporte es acción pura y la falta de
fútbol genera malestar porque la gente necesita ir a la cancha, el deporte es
espectáculo”, reconoció y contó, como experiencia propia, que está ansioso por
el regreso de la actividad del fútbol los fines de semana, ya que no soporta
"a los programas deportivos".
Por otro lado, el psiquiatra Alejandro Schiavone
analizó este fenómeno y lo ejemplificó con la “abstinencia de un alcohólico o
un adicto a los medicamentos”.
“El fútbol es un hábito en el cual uno lo emparenta
a un rito. Ya sabemos que nuestro equipo juega tal día, más allá de la
intensidad del fanatismo que tenemos”, indicó el profesional.
“Con la abstinencia del fútbol pasa como con el
alcohol y psicofármaco, ya que cuando te lo suprimen hace un 'sindrome de
abstinencia'. En este caso los argentinos son futboleros como ningunos, solo
comprenden los brasileños e italianos y estamos haciendo esa abstinencia”,
agregó.
En lo personal, Schiavone reconoció que, como
amante del fútbol, no puede resolver la eliminación de Boca en la Copa
Libertadores a manos de Independiente del Valle de Ecuador.
“Veo la Copa Argentina y parece que tenemos la Copa
Intercontinental. Me quedé decepcionado por la eliminación de Boca, es una
cuestión que no puedo resolver y ya pasaron dos semanas”, admitió.
PUBLICADO EL 31/07/16
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