Una de las hermanas orantes que que prestó
declaración ante el juez Daniel Rafecas sostuvo que la noche del 14 de junio la
madre Alba, superiora en el convento de General Rodríguez, le había pedido que
estuviera "atenta al portón" porque iba a ir "José",
informaron fuentes judiciales.
Dos de las hermanas orantes que viven en el
monasterio de General Rodríguez en el que fue detenido el ex secretario de
Obras Públicas declararon este viernes como testigos ante el juez federal
Daniel Rafecas, y tuvieron que protagonizar un careo por algunas
contradicciones que surgieron de sus testimonios.
El tercer piso de los tribunales federales de
Comodoro Py, donde se encuentra el juzgado Rafecas, fue "blindado"
esta mañana a pedido del magistrado, que encabezó la declaración seguida por
miembros de la fiscalía, la defensa de López e integrantes de la Oficina
Anticorrupción.
Las hermanas orantes María y Marcela llegaron a los
tribunales de Retiro minutos antes de las 11 para declarar frente al juez que
lleva la causa por enriquecimiento ilícito contra el ex secretario de Obras
Públicas.
Ambas consagradas viven en el Monasterio Nuestra
Señora del Rosario de Fátima, ubicado en el partido bonaerense de General
Rodríguez, junto a Alba e Inés Aparicio, las otras dos religiosas, que están
citadas a declarar en calidad de imputadas, luego de la feria judicial.
Una de esas dos religiosas, Marcela, había dicho
que ella junto a Inés estaban en el lugar cuando llegó López con los bolsos
llenos de dólares y un arma semiautomática que dejó en el piso, junto a la
entrada de la casa situada dentro del convento.
López se encuentra detenido desde la madrugada del
14 de junio cuando fue sorprendido en el convento de General Rodríguez con más
de 9 millones de dólares y un arma de guerra en su poder.
PUBLICADO EL 22/07/16
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