Ante un inminente allanamiento y una vez más la
vergüenza derivada de la mirada inquisidora de los que viven cerca, una vecina
de las 1200 no dudó en entregar a su hijo treintañero a la Policía provincial.
Minutos antes, había escapado junto a dos cómplices tras desmantelar un auto.
El ladrón buscó ocultarse en la casa de su madre pero esta se cansó de sus
andanzas delictivas.
El curioso hecho se desarrolló ayer en las primeras
horas de la mañana luego de que un hombre observó a los sospechosos en el
interior de un Renault 18 break. Se encontraba estacionado sobre calle Esquiú y
a pesar de encontrarse completamente cerrado, los delincuentes forzaron una de
las puertas con una barra de hierro y consiguieron abrirlo.
La banda delictiva, integrada por tres hombres
jóvenes de 29, 27 y 21 años, arrancó los parlantes y un estéreo, y se apoderó
de un cricket y otros elementos que había en el interior del vehículo.
La acción se desarrolló pasadas las 6 y generó
sospechas en un vecino, que decidió comunicarse con el 109 y en forma
simultánea, alertar al damnificado por el robo. Los ladrones no se demoraron y
corrieron en dirección al edificio de departamentos de las 1200 Viviendas.
Allí, primero, escondieron el botín debajo de una de las escaleras y después,
entraron en uno de los departamentos.
Desde la Comisaría 24, a cargo de Julio Gutiérrez,
se hizo un inmediato despliegue y con el aporte de los vecinos se pudo
individualizar el departamento donde se habían ocultado los sospechosos.
Lo que se preanunciaba como una complicada
operación policial y que requería una orden de allanamiento del juez de turno,
terminó de la mejor manera porque la dueña de la casa salió a entrevistarse con
los agentes de la unidad 24 y les dijo que su hijo se iba a entregar, que
“estaba cansada de los problemas y sus robos”, precisaron fuentes allegadas a
la investigación.
De esta forma, la Policía detuvo al hijo de la
mujer, de 29 años, y a sus cómplices, de 21 y 27. Los ladrones son muy
conocidos en el ambiente delictivo y tienen antecedentes por hechos similares.
Fueron llevados hasta la sede policial y en el lugar fueron informados de la
apertura de una causa penal.
En tanto, los efectivos pudieron recuperar lo
sustraído, que fue reconocido por el dueño del auto.
Los delincuentes tienen domicilio en las 1200 y
ayer por la tarde estaba prevista su declaración indagatoria en los tribunales
de España y Urquiza.
La actitud de la madre del delincuente contrasta
con la reacción de vecinos de otros puntos de Cipolletti, que encubren a los
ladrones y hasta atacan a la Policía. El mes pasado, por ejemplo, agentes de la
Comisaría 45 fueron víctimas de una furiosa agresión con piedras.
(LMCIPOLLETTI)
PUBLICADO EL 21/07/16
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