Si bien la bandera diseñada por Belgrano fue
adoptada como símbolo patrio el 20 de julio de 1816 por el Congreso, no fue
hasta 1938 que el 20 de junio fue declarado como Día de la Bandera y feriado
nacional, en homenaje a su creador, fallecido el 20 de junio de 1820.
Belgrano es el creador de la bandera “Azul y
blanca” y no la “celeste y blanca” que impusieron Sarmiento y Mitre. La
bandera, creada en Rosario el 27 de febrero de 1812 por Belgrano inspirada en
la escarapela azul-celeste del Triunvirato, debido al color de la heráldica,
que no es azul-turquí ni celeste sino el que conocemos como azul. Nada tuvo que
ver el color del cielo con que nos quisieron convencer.
Algunos utilizan el argumento para defender el
celeste, por el hecho de que por la “sincera religiosidad de Belgrano”, este
debió tomar el celeste de la virgen y no el azul. Sin embargo la “sincera
religiosidad de Belgrano” no contradice el hecho de que usara al azul ya que
algunos suponen que el azul-celeste de los patricios. fue tomado de la Orden de
Carlos III, otros, de la inmaculada Concepción”, y otros que ambos colores (el
blanco y el azul) fueron sacados del escudo de la ciudad de Buenos Aires, cuyos
colores eran precisamente blanco y azul.” Lo cierto es que el Congreso sancionó
la ley de banderas el 25 de enero de 1818 estableciendo que la insignia
nacional estaría formada por “los dos colores blanco y azul en el modo y la
forma hasta ahora acostumbrados”.
Tampoco fueron “celestes y blancas” las cintas que
distinguieron a los patriotas del 22 de mayo, sino que eran solamente blancas o
“argentino” que en la heráldica simboliza “la plata”. Fueron solamente blancas.
La cinta azul se agregó como distintivo del Regimiento de Patricios. Pero
tampoco era celeste, sino tomados del azul y blanco del escudo de Buenos Aires.
Azul y blanca fue la bandera que flameó en el
fuerte de Buenos Aires, en Ituzaingo durante la guerra con brasil, y en la
guerra del Paraguay. En 1813, Artigas le agregaría una franja colorada (punzó)
cruzada para distinguirse de Buenos Aires sin desplazar la “azul y blanca”. La
bandera cruzada fue usada en Entre Ríos y Corrientes.
La cinta punzó fue
adoptada por los Federales, mientras los Unitarios, para distinguirse, usaron
una cinta celeste, y no el azul de la bandera. Cuando Lavalle inició la
invasión “libertadora” contra su patria (apoyado y financiado por Francia)
también uso la bandera “celeste y blanca” para distinguirla de la nacional...
“ni siquiera enarbolaron (los libertadores) el pabellón nacional azul y blanco,
sino el estandarte de la rebelión y la anarquía celeste y blanco para que fuese
más ominosa su invasión en alianza con el enemigo” (Coronel salteño Miguel
Otero en carta Rufino Guido, hermano de Tomas Guido, el 22 de octubre de 1872.
Memorias. ed. 1946, pág. 165).
Rosas, para evitar que al desteñirse por el sol, se
confundiera con la del enemigo, la oscurece más, llevándola a un azul-turquí.
¿Por qué Rosas eligió el azul turquí? Por varias razones: porque el “azul real”
es más noble y resiste por más tiempo, al sol, a la lluvia, etc. Rosas pensó que
el color argentino era el azul, porque asi lo estableció el decreto de la
bandera nacional y de guerra del 25 de febrero 1818, y también porque el
celeste siempre fue el color preferido de liberales y masones. Fue la bandera
que, sin modificarse la ley flameó en el fuerte, en la campaña al desierto
(1833 – 1834) en la Vuelta de Obligado y en El Quebracho en 1845,) y la misma
que fue saludada en desagravio por el imperio ingles con 21 cañonazos.
El 23 de marzo de 1846 Rosas le escribió al
encargado de la Guardia del Monte, diciéndole que se le remitiría una bandera
para los días de fiesta, agregando que "...Sus colores son blanco y azul
oscuro con un sol colorado en el centro y en los extremos el gorro punzo de la
libertad. Esta es la bandera Nacional por la ley vigente. El color celeste ha
sido arbitrariamente y sin ninguna fuerza de Ley Nacional, introducido por las
maldades de los unitarios. Se le ha agregado el letrero de ¡Viva la Federación!
¡Vivan los Federales Mueran los Unitarios!". La misma bandera se izó en el
Fuerte de Bs.As. el 13 de abril de 1836 al celebrarse el segundo aniversario
del regreso de Rosas al poder. La misma bandera que Urquiza le regala a Andrés
Lamas y que hoy se conserva en el Museo Histórico Nacional de Montevideo.
Rosas, quiso que las provincias usaran la misma
bandera y evitaran el celeste, y con ese propósito mantuvo correspondencia,
entre otros, con Felipe Ibarra, gobernador de Santiago del Estero, entre abril
y julio de 1836. "Por este motivo debo decir a V. que tampoco hay ley ni
disposición alguna que prescriba el color celeste para la bandera nacional como
aun se cree en ciertos pueblos." (José Luis Busaniche) "El color
verdadero de ella porque está ordenado y en vigencia hasta la promulgación del
código nacional que determinará el que ha de ser permanente es el azul turquí y
blanco, muy distinto del celeste." Y le recordó que las enseñas nacionales
que llevó a las pampas y la del Fuerte, tenían los mismos colores, y que las
mismas banderas para las tropas fueron bendecidas y juradas en Buenos Aires.
Rosas uso la azul y blanco y le adicionó cuatro
gorros frigios en sus extremos, según Pedro de Angelis, en honor a los cuatro
acontecimientos que dieron nacimiento a la Confederación Argentina: el tratado
del Pilar del 23 de febrero de 1820)(que adoptó el sistema Federal), el Tratado
del Cuadrilátero (de amistad y unión entre Bs.As y las provincias) la Ley
Fundamental de 23 de enero de 1825 (que encargo a Bs.As. las relaciones
exteriores y la guerra) ), y el Pacto Federal del 4 de enero de 1831 ( creación
de la Confederación, a la que se adherían las provincias) (ver Las banderas de
Rosas)
Expulsado Rosas en Caseros, Sarmiento adopta el
celeste unitario en vez del azul de la bandera nacional. En su “Discurso a la
Bandera” al inaugurar el monumento a Belgrano el 24 de septiembre de 1873
señaló a la enseña de la Confederación como un invento de bárbaros, tiranos y
traidores, y en su Oración a la Bandera de 1870, denigra la “blanca y negra” de
la Vuelta de Obligado diciendo además que ” la bandera blanca y celeste ¡Dios
sea loado! no fue atada jamás al carro triunfal de ningún vencedor de la tierra”.
Y si alguna vez fue atada al carro de algún triunfador, se lo debemos a
Sarmiento y no al Restaurador. Tampoco la celeste y banca de Sarmiento recibió
saludo de desagravio de ninguna potencia imperial. Mucho menos la de Mitre.
Mitre se basa en el “celeste” basándose entre otros
argumentos en un óleo se San Martín hecho en 1828, como si el color adoptado
por un artista fuera argumento suficiente. El general Espejo, compañero de San
Martín, en 1878 publicaba sus Memorias del y recordaba como azul el color
original de la bandera de los Andes conservada desteñida en Mendoza. Pero
Mitre, que siempre interpretó las cosas como le convino, lo atribuyó a una
“disminuida memoria del veterano”.
En 1908, ante la confusión existente y a pedido de
la Comisión del Centenario, se estableció el color azul de la ley 1818 para la
confección de banderas. Sin embargo, siguió empleándose el celeste y blanco, en
lugar del la gloriosa “azul y blanca” La misma bandera que acompaño a San
Martín en su gloriosa gesta Libertadora y la misma que acompaño los restos del
propio Rosas en Southampton.