Los contratos de compraventa de fruta con las empresas exportadoras son la mayor polémica de la cadena productiva y, a pesar de las leyes de transparencia y los anuncios políticos, la situación se repite. Al comenzar la temporada pasada, muchos descubrieron que le debían plata de las exportadoras.
Y ahora apenas cobraron por tres de cada diez kilos
de fruta que entregaron en el verano. "Esto hay que hacerlo público porque es lo que
nos pasa realmente al momento de vender nuestra fruta con las grandes empresas
exportadoras. Yo le vendí 95.000 kilos de pera a Moño Azul y la verdad es una
vergüenza lo que hacen con nosotros. Después tenemos que ir junto con los
empresarios a los encuentros con Nación, como va a pasar este viernes en Roca",
se quejó el dirigente orense Edgar Artero.
Del total de peras que venció en temporada, le
entregaron "cheques, en órdenes de pago del mes de marzo y la otra en
mayo, diferidos por un total de 95.000 pesos y no hay más. Sacando la cuenta de
lo entregado y el precio final, me han cancelado un poco más de 27 mil kilos,
nada más", señaló Artero.
"Hasta agosto no hay más plata", le
dijeron desde la empresa al consultar por el resto de los pagos, dejando en
evidencia la constante bicicleta del mercado frutícola.
Las demoras en los pagos generan otras discusiones:
cómo se llega al precio final y cuánta fruta va realmente a descarte.
"Supuestamente me van a pagar $3,50 por kilo,
pero nunca lo sabemos hasta que hagan la liquidación final, que llegará
seguramente y como ocurre siempre a principios de la otra temporada",
manifestó Artero.
El contrato que exhibió el referente orense,
contempla exigencias por calidad, color y tamaño, además de informar diversas
deducciones en el valor hasta llegar al precio final. La polémica, igual, por
la clasificación: cuándo se define la fruta de descarte.
"Jamás te dicen en qué momento van a trabajar
tu fruta para saber cuántos kilos del total entregado irá a descarte. Te dicen
al momento de la liquidación y los números son altos, 20, 40 y hasta del 50 por
ciento y nada se puede hacer porque la fruta ya fue trabajada, embalada y
vendida", comentó Artero.
"Las exigencias están dentro del contrato,
pero uno no puede observar al momento de la clasificación y constatar si es
como después te señala la empresa que tantos kilos de peras fueron a
descarte", cuestionó.
PUBLICADO EL 22/06/16
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