Un terrible hecho de violencia infantil generó estupor,
bronca e indignación en el barrio Luis Piedrabuena. Todo ocurrió el domingo,
minutos antes de las 16, en la plaza ubicada entre las calles Pastor Bowdler,
Perú, Río Negro y Paraguay, a la vista de todos.
Romina, una vecina que se encontraba junto a una amiga
tomando mate en el lugar, contó que vieron a un nene corriendo desnudo y
llorando, por lo que intentaron ayudarlo y cubrirlo, teniendo en cuenta el frío
que hacía. Pero antes de poder salir en su auxilio, una voz femenina y
amenazante les advirtió: "No se metan", a lo que prosiguió una
catarata de insultos.
Según varios testigos, el nene, de 7 años, tenía marcas
importantes en la cola y en la espalda. Mientras que la mamá lo obligaba a dar
vueltas a la plaza, amenazándolo con un pedazo de manguera mientras le gritaba:
"Corré, hijo de puta". Según contaron, lo acusaba de haber quemado
una cortina.
Muchos vecinos que se encontraban en el lugar presenciaron
esta situación e intervinieron para tratar de poner a resguardo al menor. Hubo
quienes incluso intentaron agredir a la mujer como un modo de venganza por mano
propia ante tan cruel actitud, pero la violenta madre logró llegar a su casa,
donde se refugió.
Para ese entonces ya eran cerca de 20 los vecinos agolpados
en la esquina de Perú y Pastor Bowdler, quienes no podían creer lo que sus ojos
acababan de ver. Así fue que se dirigieron a la Comisaría 24ª a radicar la
denuncia.
Romina contó que fueron a la casa de la agresora para hacer
justicia por mano propia. "Yo la hubiese cagado a palos, pero preferimos
llamar a la Policía", aseguró. Sin embargo, la respuesta de los
uniformados no fue la esperada. "Nos dijeron que no podían hacer
nada", agregó la vecina.
La denunciante dijo que todavía no puede creer lo que vio.
"Fue tremendo, la violencia de esa mujer no tiene explicación. Estoy
completamente indignada, porque yo también tengo un hijo de esa edad",
concluyó.
La agresora tenía antecedentes
Según se supo, la mujer que agredió brutalmente a su hijo de
7 años es madre de otros dos menores que no viven con ella. Es que las
reacciones violentas parecen ser una costumbre en ella, porque los otros dos
hijos viven actualmente con sus abuelos. Los vecinos de la zona, de los barrios
Luis Piedrabuena y Almirante Brown, aseguran que los problemas con esta familia
vienen desde hace tiempo y que la Policía continuamente aparece en la casa por
diferentes denuncias, por lo general de violencia doméstica. (LMCipolletti)