Nota de Opinión (*) En los últimos diez años, el
funcionamiento del Consejo de Salario ha contado con numerosos límites y
falencias. Entre ellos pueden señalarse, la insuficiencia del Salario Mínimo,
Vital y Móvil (SMVM) para garantizar el acceso de todos los trabajadores a una
canasta mínima de bienes y servicios; la falta de contemplación de millones de
trabajadores que se encuentran afuera de su aplicación; la ausencia de una
pauta objetiva que sirva de referencia para su determinación; la ineficacia a
la hora de fortalecer los ingresos básicos de otros convenios y el funcionamiento
esporádico del referido Consejo, cuya convocatoria depende de la decisión
política y arbitrariedad del Gobierno de turno.
Estas limitantes para esta herramienta, se agravan
en el contexto político e ideológico actual, ya que se caracteriza, entre otras
variables, por las siguientes:
-Impulso de un ajuste estructural del nuevo
Gobierno Nacional.
-Persistencia de altos niveles de inflación.
-Promoción de despidos en el sector público y la
desaparición de áreas y programas enteros.
-Incremento de los despidos y suspensiones en el
sector privado (metalúrgicos, automotrices, construcción y petróleo).
-Avance de las acciones de represión y
criminalización de la protesta.
-Conociendo el resultado del reciente encuentro del
Consejo, es importante reafirmar la plena vigencia de las demandas que hemos
sostenido durante los últimos años.
1) El monto del SMVM debe seguir incrementándose de
manera sustancial y urgente. En la actualidad se encuentra, en términos reales,
en los niveles más bajos de la última década. Si aumento en los últimos años,
no alcanzó para equiparar el incremento de los precios y ha perdido poder
adquisitivo constantemente.
En el último año el SMVM cayó un 4,4% en términos
reales, consolidando una baja iniciada en el año 2012. Actualmente su poder adquisitivo
es el menor desde el año 2006.
2) El SMVM debe cubrir la totalidad de las
necesidades productivas y reproductivas de los trabajadores. Este salario
constituye la suma mínima que permita satisfacer un conjunto de necesidades
básicas, entre las que se encuentran según el Artículo 14 bis de la
Constitución Nacional, la alimentación adecuada, vivienda digna, educación,
vestimenta, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y
previsión.
El Salario Mínimo debería, entonces, estar relacionado
con el costo de la Canasta Básica de bienes y servicios que necesitan un
trabajador y su grupo familiar.
3) El SMVM debe incluir a la totalidad de la clase
trabajadora. En mercado laboral en nuestro país coexisten trabajadores que
cuentan con un marco de protección normativa de sus derechos, otros a quienes
sus empleadores no garantizan los pisos legales mínimos, y otros que ni
siquiera son reconocidos como tales. Encontramos trabajadores registrados y no
registrados en el sector privado, cuentapropistas, desocupados y distintas
formas de contratación en el Estado.
Esta fragmentación provoca que, a pesar de su
insuficiencia, el salario mínimo no sea percibido por una gran cantidad de
trabajadores. La última información oficial (INDEC) data del segundo trimestre
del año 2015 y permite apreciar que el 35% de los ocupados tenía ingresos
mensuales por debajo de SMVM (que en aquel momento era de $4.716).
4) El Consejo del SMVM tiene que contar con
mecanismos institucionales de funcionamiento permanente y continuo. En la
última década el Consejo del Salario se transformó en una herramienta para
cerrar las negociaciones salariales, pero su funcionamiento estuvo ligado a la
decisión política del Gobierno Nacional y no a mecanismos institucionales que
garantizarán la participación de todos los actores sociales y posibilitarán su
funcionamiento continuo.
De esta manera, el Consejo del Salario sólo se
limitó a fijar arbitrariamente el monto del salario, sin avanzar en otras
dimensiones que también forman parte de sus objetivos. Por ejemplo, uno de los
aspectos más urgentes debería ser la determinación de la composición y el valor
de la Canasta Básica, pauta objetiva ineludible para fijar el salario mínimo.
Para concluir, el ámbito del Consejo del Salario
aún debe recorrer un largo camino para cumplir con el mandato constitucional de
establecer un Salario Mínimo, Vital y Móvil que garantice las necesidades
básicas de los trabajadores. El papel de este Consejo está debilitado
significativamente en su papel de impulsor de los ingresos de los trabajadores.
Desafortunadamente, las primeras medidas adoptadas
por el Gobierno Nacional no están orientadas a vigorizar el rol institucional
del Consejo del Salario, sino más bien en su utilización para precarizar aún
más a los trabajadores, tanto en el plano individual, como en el colectivo.
Preocupan términos que se vuelven a utilizar en el
Ministerio de Trabajo, como productividad, ausentismo y límites al ejercicio
del derecho de huelga.
El principal desafío que enfrenta el movimiento
obrero en la actualidad, es el de lograr el máximo grado de unidad posible para
enfrentar y poner freno a quienes impulsaron un shock de despidos en el sector
público, convalidaron numerosas medidas de ajuste y promovieron cambios
económicos que afectaron los ingresos de los trabajadores, generando una masiva
transferencia de recursos hacia los sectores concentrados de la economía.
(*) Rodolfo Aguiar
Secretario General ATE
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