Un caño de importantísimas dimensiones terminó
incrustado en una camioneta que anoche transitaba en la zona rural de Allen.
Los dos ocupantes del vehículo salieron ilesos y, a juzgar por las imágenes, se
salvaron “de milagro”. El grave hecho sucedió ayer alrededor de las 22:00 en un
camino rural que une la Ruta 22 con la calle asfaltada Nº 11, justo a la altura
del acceso Martín Güemes.
Desde la Cámara de Fruticultores sostuvieron
mediante un comunicado que “… vemos con estupor e indignación que las empresas
petroleras gozan del beneplácito de quienes les permiten libremente un accionar
irresponsable y carente de una conducta adecuada de "convivencia" de
la que tanto se jactan los que dicen que la fruticultura y el petroleo pueden
convivir, esto es una muestra mas de la gran mentira que intentan sostener, a
como de lugar”
El texto difundido por los chacareros allenses que
lleva la firma de Sebastián Hernández agrega que “una obra que hace meses que
esta en esas condiciones de peligrosidad solo habla de la falta de respeto por
la vida de los ciudadanos que transitan diariamente por ese acceso, las
empresas petroleras siguen operando a su antojo sin ningún tipo de control ,
sabíamos que esto un dia iba a ocurrir, gracias a dios sin victimas fatales ,
pero esta mas que claro que de una forma u otra (contaminación o accidente)
esta "floreciente " actividad de la que tanto se
"enorgullecen"nuestros gobernantes , tarde o temprano, de una u otra
manera , nos terminan matando”.
“Venía esquivando los charcos y me encandilé con
los reflectores”, señaló Miguel Canihuan, el vecino de la Costa Oeste que
anoche salvó su vida y la de su sobrino de milagro.
El caño de gran tamaño atravesó la cabina de lado a
lado de la Ford F100 en la que se movilizaban los dos hombres, que circulaban
por el camino rural con la caja del rodado cargada con un viaje de leña.
En la zona donde ocurrió el accidente hay una obra
de cruce de cañerías que ejecuta la empresa contratista Mauad y que está
paralizada desde hace dos meses.
En el lugar hay dos potentes reflectores, uno
ubicado a la vera de la Ruta 22 y otro sobre un depósito de agua que se utiliza
para deprimir las napas. (Río Negro – Infoalllen)
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