El presidente Mauricio Macri dejó inaugurado el 134
período de sesiones ordinarias en una tensa Asamblea Legislativa, con fuertes
críticas a la herencia recibida del kirchnerismo, y expuso como principales
ejes de gobierno la baja de la inflación, la generación de empleo, reducir la
pobreza y combatir el narcotráfico.
La dura descripción de la situación que encontró el
10 de diciembre al asumir el poder generó el repudio de un sector del
kirchnerismo, lo que obligó a Macri a pedir que "se respete el voto del
pueblo" y a la vicepresidenta Gabriela Michetti a pedir que se respete al
jefe de Estado.
Ante un recinto colmado de diputados, senadores e
invitados especiales, Macri realizó un discurso por espacio de una hora donde
pidió que el Congreso sancione los proyectos para cerrar el acuerdo con los
fondos buitre y así salir definitivamente del default, y poder acceder al
financiamiento externo y a la expansión económica.
En ese sentido, Macri dijo que hay que "poner
la responsabilidad por sobre la retórica" para cerrar el acuerdo alcanzado
con los holdouts y dijo que por la falta de un consenso con los tenedores de
bonos en los últimos años se perdieron 11.000 millones de dólares.
En su mensaje, Macri propuso una extensa agenda
legislativa que contempla la rebaja del IVA para productos de la canasta
familiar para los sectores de menores recursos, reformas en el consejo de la
Magistratura, la designación de los pliegos para jueces de la Corte Suprema,
una ley de compras para proveedores del Estado, ley de arrepentido y reforma
política electoral.
Macri llegó a las 11.25 al Congreso Nacional y
allí, tras ser recibido por la vicepresidenta Gabriela Michetti, el presidente
provisional del Senado Federico Pinedo, el titular de Diputados Emilio Monzó, y
dos comisiones, una exterior y otra de interior, se trasladó al recinto de
sesiones.
El jefe de Estado comenzó su discurso con un
balance sobre la herencia recibida el 10 de diciembre y en ese marco aseguró
que se encontró con un Estado "desordenado y mal gestionado", con
"falta de planeamiento, corrupción y desidia" que lo hicieron tener
"poca o nula capacidad para atender sus obligaciones".
"En los últimos años el Estado ha mentido
sistemáticamente, borrando líneas entre la realidad y fantasía", con lo
cual "la credibilidad y la confianza fueron destruidas", dijo.
En ese contexto, Macri indicó que encontró "un
Estado plagado de clientelismo y al servicio de la militancia política y de
destrucción de la carrera de los trabajadores públicos", y enfatizó que en
la Argentina "no creció el empleo en los últimos años tanto por la
inflación como por los impuestos y por las malas políticas aplicadas".
"No acostumbramos a vivir así y pensamos que
era normal", señaló.
Con aplausos de los diputados de Cambiemos y por
tramos gritos reprobatorios de algunos kirchneristas, Macri subrayó los
problemas que enfrenta la Argentina y ese sentido puntualizó que en los últimos
años "se habló de un modelo de inclusión social, pero tuvimos en estos 10
años una inflación de 700 por ciento, un déficit del 7 por ciento del PBI"
que se financió con emisión monetaria del Banco Central, apuntó.
Y ante el repudio de los kirchneristas, aseguró que
"la inflación existe porque el gobierno anterior la promovió porque creía
que era una herramienta válida de la política económica".
En la casi media hora que dedicó a exponer la
herencia recibida, Macri se comprometió "a publicar los datos área por
área para que sepan cómo estaba la Argentina en diciembre del 2015".
Por otra parte, Macri reafirmó que el objetivo del
gobierno será "unir a los argentinos, combatir el narcotráfico, la
pobreza, disminuir la inflación y mejorar la independencia del Poder
Judicial" y resaltó como medidas de su gobierno los cambios en las
asignaciones familiares ("incorporamos un 1.200.000 familias") y en
el impuesto a las ganancias, aunque señaló que "el cambio de las escalas
será una tarea del Congreso".
Además, recordó el 40 aniversario del último golpe
militar que se cumplirá el 24 de marzo y dijo que se debe aprovechar ese día
para "gritar nunca más a la violencia institucional" y pidió terminar
"con la lógica de amigos y enemigos".
En el último tramo de su discurso, Macri pidió hoy
recuperar la "cultura del trabajo, del esfuerzo que te aleja de la
deshonestidad" y llamó a unirse detrás de "una agenda de
crecimiento".
"El puente lo construimos juntos o no se
construirá jamás", ejemplificó el primer mandatario, y dijo que los
cambios se hacen con "pequeños pasos todos los días", para concluir
afirmando que ya se empezó a recorrer ese camino.
Al concluir su discurso y dejar inaugurado el 134
período de sesiones ordinarias, Macri se retiró acompañado por Michetti, Monzó
y Pinedo, y en medio de los aplausos de los legisladores de Cambiemos, en una
de las Asambleas Legislativa más tensas desde el retorno de la democracia el 10
de diciembre de 1983, cuando asumió el líder radical Raúl Alfonsín.
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