Un tiroteo y una persecución por el interior de
la provincia de Santa Fe ocurrió esta mañana entre los tres delincuentes y
gendarmes que realizaban operativos y allanamientos en búsqueda de los Lanatta y Víctor Schillaci, los fugados de General Alvear. Fuentes
policiales y judiciales admitieron que efectivamente
se trata del trío de condenados, por la masacre de General Rodríguez.
El nuevo raid delictivo –que repite situaciones
similares a las ocurridas en Ranchos, en el interior bonaerense, donde hubo
otro tiroteo con uniformados– se inició alrededor de las 10, cuando personal de
Gendarmería buscaba a los evadidos en una amplia zona rural del interior de
Santa Fe, desde San Carlos Norte a Gessler y Matilde. Ese paraje, donde se
imponen los extensos campos sojeros, era rastrillado desde anoche por orden del
juez federal Sergio Torres.
Allí, en torno a las rutas 6 y 11, una patrulla
de gendarmes revisaba esta mañana galpones e inmuebles abandonados, cuando
descubrieron la camioneta Kangoo, patente NCD 960, que tenía pedido de
secuestro. El vehículo era el que estaban buscando por tener nexos con la
familia de los delincuentes. A poco del hallazgo, según lo que pudieron
reconstruir las fuentes del caso, tres delincuentes la emprendieron a tiros con
armas largas contra los uniformados.
Al menos dos gendarmes terminaron con heridas
de diversa consideración, aunque por ahora no hay ninguno cuya vida corra
riesgo. Luego del violento enfrentamiento armado, los delincuentes se escaparon
a bordo de una camioneta con la que habían llegado los gendarmes, con dirección
a la frontera con Entre Ríos.
Según consignaron a Infobae las fuentes del
caso, los heridos hasta ahora eran dos: un comandante de apellido Valdez, con
un balazo en el brazo, y un suboficial de apellido Aguirre que es el que
enfrenta una situación más grave, debido a que tiene un disparo en el pecho y
en la pierna. Fuente Infobae