El juez federal Ariel Lijo dio por concluida la
investigación judicial conocida como Caso Ciccone. La decisión de Lijo implica
que el fiscal a cargo del expediente, Jorge Di Lello, tiene seis días para
expedirse sobre la acusación contra Boudou y otros cinco procesados. Di Lello
puede pedir el sobreseimiento, solicitar nuevas medidas de prueba o elevar el
caso a juicio oral y público.
El juez federal Ariel Lijo dio por concluida la
investigación judicial conocida como Caso Ciccone por la que tiene un
procesamiento en su contra el vicepresidente de la Nación Amado Boudou.
Según Lijo, Boudou, cuando era ministro de
Economía de Cristina Kirchner, se quedó con la imprenta Ciccone Calcográfica
que tenía como cliente a la Casa de Moneda, que dependía de la cartera que
encabezaba el actual vicepresidente de la Nación.
Fueron procesados además de Boudou, sus
testaferros José María Núñez Carmona y Alejando Vandenbroele, el ex dueño de la
imprenta, Nicolás Ciccone, el ex funcionario de la Administración Federal de
Ingresos Públicos (AFIP) y el asesor de Economía Guido Forcieri.
En junio de 2014 Lijo procesó a Boudou porque
según comprobó, los Ciccone le pagaron con acciones de la compañía, la gestión
ministerial para salvar la fábrica de hacer billetes. Y la compra se hizo a
través de Vandenbroele, quien apareció al frente del fondo llamado The Old Fund
que adquirió las acciones.
Vandenbroele, un abogado que vivió
temporalmente en el departamento de Boudou en Puerto Madero, tenía una relación
con Núñez Carmona, socio y amigo de Boudou desde la época de las largas noches
marplatenses.
Los procesamientos, por lo delitos de cohecho y
negociaciones incompatible con la función públicas fueron confirmados por la
Cámara Federal y luego por la Cámara de Casación.
Para Lijo no hay nada más que investigar
respecto de la parte del Caso Ciccone donde está involucrado el vicepresidente.
Ahora es Di Lello quien debe hablar. Fuente Infobae
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