Los Pumas se entrenaron por primera vez en Cardiff y el
partido de los cuartos de final ante Irlanda, el partido bisagra del Mundial,
"el" partido para el seleccionado argentino en Inglaterra 2015 está a
la vuelta de la esquina.
Después de un lunes de trabajos regenerativos, del viaje
desde Burton, de la visita a la reina Isabel II en Buckingham, de la mala
noticia de la citación a Marcelo Bosch, fue el momento de practicar en una
cancha especialmente acondicionada en The Vale, el complejo que habitualmente
utiliza Gales para concentrarse y que está a unos 20 minutos del centro de la
capital de este país.
El entrenamiento no arrojó demasiadas pistas en cuanto al
equipo que jugará con Irlanda el domingo en el Millennium. Eso recién se
conocerá mañana, cuando haya intensidad alta en los movimientos. Lo positivo
fue que excepto Juan Manuel Leguizamón, el resto practicó de manera normal. El
ala santiagueño, que se desgarró en el reconocimiento del estadio previo al
partido frente a Tonga se mostró más recuperadi y hasta efectuó algunos piques
junto a los kinesiólogos del staff. Pese a que es optimista, es difícil que
llegue. Quizá lo mejor sea no forzarlo y que esté a punto para una hipotética
semifinal.
El que debió cambiarse rápido y ponerse el traje fue Bosch,
quien por la tarde deberá declarar en Londres por el tackle peligroso al
namibio Theun Kotze, según el informe del comisionado inglés Peter Larter. A
las 17, después que el irlandés Sean O'Brien declare por algo mucho peor como
fue la trompada en el estómago al francés Papé, el juez francés Jean-Noel
Couraud tendrá en sus manos no sólo el futuro del centro argentino en el torneo
sino su carrera en Los Pumas porque si hay sanción y la misma excede las tres
semanas, el del domingo en Leicester pudo haber sido su último partido con la
camiseta argentina ya que no volverá al país para jugar con los Jaguares el
Súper Rugby, la condición que regirá a partir de 2016 para ser parte de los
seleccionados nacionales.
Bosch lucía preocupado antes de irse en auto a Londres junto
a Néstor Galán, el presidente de la delegación y vice primero de la Unión
Argentina de Rugby, quien tendrá a su cargo la defensa junto a otros dos
dirigentes: el presidente Carlos Araujo y el vocal Víctor Luaces.
Después de lo sucedido con Mariano Galarza, quien fue
suspendido por nueve semanas en el debut por un contacto en la zona de los ojos
a Brodie Retallick, se teme lo peor desde el bunker argentino aunque, a
diferencia de lo sucedido con el segunda línea, lo de Bosch sí fue sancionado
con la tarjeta amarilla durante el partido. Y en ese detalle hay una esperanza.
Fuente Clarín
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