Ni las nevadas ni las lluvias en la Línea Sur rionegrina
pudieron traer calma a los campesinos: Los campos se están secando de nuevo. En lo
que va de este año, las precipitaciones pluviales han sido muy escasas y sólo
se registraron algunas nevadas en las zonas más altas, que han servido sólo
para pintar de blanco durante unas pocas horas.
"Todavía no ha nevado y ha llovido muy poquito. Si el
tiempo sigue así no sé qué va a pasar. El año pasado fue muy bueno y por eso
hay mucho pasto, pero se está secando todo. Las aguadas y lagunas que se habían
formado ya no están más. No sé qué va a pasar si esto sigue así. Si llueve o
nieva, ojalá que sea este mes o en septiembre porque si lo hace en octubre nos
va a agarrar en plena parición y seguramente se van a morir muchos corderos
recién nacidos", señaló con preocupación Roberto Marileo, un productor de
160 ovejas.
El campo de Marileo está ubicado en una planicie a unos 35
kilómetros al sur de Jacobacci, en Atraico, una de las zonas muy castigadas por
las cenizas del Puyehue. La vivienda de adobe, algunos árboles y la vieja
estructura metálica de un molino que desde hace años está fuera de servicio,
son parte de una postal que tiene como marco la inmensidad de la geografía
rodeada de cerros y que quienes circulan habitualmente por la ruta Provincial
76 pueden disfrutar.
Hasta hace una década el paisaje incluía también una laguna a
escasos metros del molino. Pero con la intensa sequía que azotó la zona hasta
el año pasado, desapareció. En 2014 volvió a llenarse de agua, pero se volvió a
secar, afirmó Marileo.
Casi a diario, este productor extrae agua del pozo del
molino y desde un jagüel para llenar los bebederos y luego arrea la majada para
que pueda hidratarse.
Los productores se lamentan por la situación. Es que se
esperanzaban con que el 2014 fuera un punto de inflexión para dejar atrás casi
una década de una sequía que se vio agravada por la ceniza volcánica cuya
presencia todavía es importante en el suelo de la zona. El optimismo se había
renovado también con la decisión del Estado de implementar distintos programas de
repoblamiento con ovejas y cabras criollas.
En este marco el miércoles Juan López recibió 29 cabras
criollas y un reproductor para sumar a las 125 que le quedaron luego de la
sequía y la ceniza. Su campo está ubicado en la zona de Colitoro, a unos 62 kilómetros
al norte de Jacobacci. Hasta el año pasado tenía que trasladar desde esta
ciudad al campo el agua para darle de beber a los animales y para su consumo.
"Ojalá que el tiempo cambie porque no quiero volver a vivir esa situación.
Estuve siete años haciendo ese trabajo y no quisiera volver a hacerlo. Todavía
hay algo de humedad pero no sé hasta cuándo. Las zonas más altas están en
mejores condiciones que las bajas donde hay mucho pasto pero se está
secando", afirmó.
Fuente Río Negro
Posted Infoallen