Según una encuesta, el 31,9 % de los usuarios asegura que utilizará el tren
para ir de paseo entre ambas ciudades, mientras que el 22,6 por ciento afirma
que aprovechará el servicio para ir a trabajar. Las opciones de visitar amigos
y hacer trámites se llevan un 6 por ciento cada una, mientras que una minoría del
2 por ciento cree que usará el tren para salir a hacer compras.
Desde el primer día que se puso en marcha, miles de personas se agolparon en la
estación para conocer el nuevo tren. Días antes, otros miles tramitaron la
tarjeta SUBE para que el boleto les cueste más barato. Sin embargo, es muy
probable que, pasada la euforia y la emoción, el sistema se vaya depurando y se
comience a plasmar un perfil bien definido de pasajeros a medida que pase el
tiempo.
Comodidad
La mayor ventaja que tiene el tren, con respecto al colectivo es la comodidad y
el tiempo que tarda en unir las dos ciudades: sólo 15 minutos. Aun cuando un
usuario no logre encontrar disponibles las 140 butacas que tiene cada
formación, el servicio es tan rápido que el hecho de viajar parado no se siente
tanto como lo es en un micro atestado de gente y en un viaje de 45 minutos.
La única desventaja a la vista que tiene el nuevo servicio es la falta de
proximidad de la estación con el destino final de cada usuario y la inevitable
dependencia del colectivo cuando alguien necesite desplazarse mucho más lejos
del centro de cualquiera de las dos ciudades. Esta última opción tiene el
agravante de que el pasaje le costará mucho más caro: los 4 pesos del tren (en
caso que utilice la SUBE, si no son 7 pesos) y los 4,90 del colectivo. Una
opción que atenúa esta desventaja es la posibilidad de que los usuarios carguen
sus bicicletas o motos de baja cilindrada en el tren y las utilicen una vez que
llegan a destino.
Pero el perfil del usuario del tren más viable a primera vista es el de aquel
que trabaja en el centro de cualquiera de las dos ciudades y cuya vivienda no
está tan alejada de la estación del ferrocarril. También, aquella persona que
necesite viajar a Neuquén o a Cipolletti para hacer trámites, o el que llegue a
la zona comercial para hacer compras.
“Nos resulta interesante porque genera una gran movilidad entre las dos
ciudades”, opinó Carlos Roberti, presidente de Acipan, quien consideró además
que la utilización del tren descongestionará tanto el tránsito como el
estacionamiento en la zona centro. Los estudiantes universitarios que viven en
una ciudad y estudian en otra también tienen opciones a la hora de pensar si
utilizan el tren para viajar, sobre todo quienes cursan en la Escuela de
Medicina (ubicada en pleno centro de Cipolletti) y en la sede central de la
UNCo, a 10 cuadras de la estación. El resto de los asentamientos queda un poco
más alejado. Fuente La Mañana de Neuquén
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