Unos 300 kilos de cocaína había
secuestrado hasta anoche la Aduana de Villa Regina en un cargamento de manzanas
que salió de un frigorífico de Cervantes y que tenía como destino el mercado de
ultramar. La inspección continuaba anoche sobre un segundo container. La droga,
tal como ocurrió en el caso "Manzanas Blancas" de 2010, tenía a
España como destino. Anoche había cuatro detenidos: dos camioneros, una
despachante de aduana y un hombre relacionado con la empresa frutícola.
El cargamento de cocaína fue
encontrado en dos containers que habían sido cargados el jueves y que debían
pasar por la Aduana de Villa Regina para lograr obtener el despacho. Diversas
fuentes vinculadas con esa repartición pública confiaron que la exportadora que
comercializó la fruta es "Nihuen Srl" y que las cajas en las que
estaba la droga junto con las manzanas tenían la marca "Frutas Kis".
Los galpones de esta última fueron allanados ayer por Gendarmería, aunque las
mismas fuentes también indicaron que la mercadería se habría embalado en un
galpón de Ingeniero Huergo, subcontratado para la tarea.
La exportadora estaba bajo
constante control debido a que recién este año había obtenido la autorización
para exportar y por ese motivo, durante seis meses, todas sus cargas fueron
sometidas a inspecciones exhaustivas. "Frutas Kis" habría registrado
un importante crecimiento en los últimos tiempos a raíz de la incorporación de
un inversionista español, trascendió.
El sistema de escaner de la Aduana
local, en la zona de la cámaras de transferencia en frío, permitió detectar
unos envoltorios en el primer container analizado, acoplado a un camión de
origen brasileño, por lo que rápidamente se dispuso la descarga de todos los
bultos y la comunicación a la Policía Federal de Roca para que intervenga.
Luego se pusieron al frente del operativo el personal de Afip-Aduana y el juez
federal de Roca Jorge García Davini, quien anoche, pasadas las 21, seguía
dentro del edificio fiscalizando el procedimiento pues aún faltaba verificar
todo el contenido del segundo camión. Del primero, según confiaron altas
fuentes, sacaron 247 panes de cocaína.
El operativo comenzó minutos
antes de las 11. En un primer momento desde la Aduana se anticipó el hallazgo
de 100 kilos de cocaína pero alrededor de las 20, a través de la agencia de
noticias Télam, la Afip informó que eran "unos 300 kilos". La droga,
al parecer, estaba dispuesta en bolsas negras en el fondo de las cajas de
manzanas.
Tanto las autoridades de la
Aduana de Villa Regina como los funcionarios judiciales mantuvieron total
hermetismo mientras se desarrollaba el procedimiento. En tanto que autoridades
de Afip-Aduana de mayor rango viajaban anoche hacia las oficinas de Regina con
gran dificultad debido al corte del puente Cipolletti-Neuquén y a los restantes
cortes que encontraron en la Ruta 22 durante el trayecto.
Según se pudo saber por fuentes
comerciales, la empresa obtuvo recién este año su habilitación para exportar
peras y manzanas. Durante los primeros cinco meses de este año realizó tres
embarques, los cuales fueron revisados en su totalidad mediante el sistema de
scaner y por la descarga de los bultos, sin que se detectaran irregularidades.
De manera preventiva las
autoridades dispusieron que todos los camiones que ayer se encontraban en el
predio de la Aduana para verificar sus cargas quedaran retenidos
preventivamente, hasta constatar no sólo su contenido sino también la posible
vinculación con las firmas implicadas en el contrabando. Una fuente fuertemente
vinculada con la Aduana confió que en este caso una misma mujer, empleada de un
estudio de Bahía Blanca, intervino en el envío como despachante de aduana y
como agente de transporte aduanero. Como estaba presente al comenzar el
procedimiento, quedó detenida junto con los dos camioneros.
El antecendente: Tres toneladas
En junio de 2010, en una
situación similar, tuvo origen la recordada megacausa "Manzanas
Blancas", en la que se detectaron más de 3 toneladas de droga camuflada
entre fruta. Con destino a España, tras pasar por un galpón de empaque en
Allen, el hallazgo derivó en un juicio por el que fueron condenados el
empresario Valentín Temes Coto, dueño de la firma Frutol, y su empleado Nelson
Hinricksen. (Río Negro)