A partir de la iniciativa
presentada por el dr. Sergio Capozzi, la Cámara de Apelaciones en lo Civíl,
Comercial y de Minería de Bariloche dispuso el carácter colectivo al recurso de
amparo que solicita la suspensión de la Ley 763 que fija recompensas por la
matanza de animales autóctonos como el puma y los zorros en sus distintas
variedades.
El Dr Sergio Capozzi, en su
carácter de habitante de la provincia de Río Negro, interpuso ante la Cámara de
Apelaciones en lo Civil, Comercial y de Minería de Bariloche un recurso de
amparo solicitando la suspensión de la Ley 763 que autoriza la matanza de
animales autóctonos como el puma y los zorros en sus distintas variedades, bajo
el pretexto que éstos son dañinos para la ganadería, particularmente la cría de
ovejas. Por su parte, la Cámara dispuso imprimir -al juicio iniciado por el dr.
Capozzi- el carácter de amparo de interés colectivo, de esta manera,
"alcanza a todos los habitantes de la Provincia y ha dispuesto citar a una
audiencia de conciliación de asistencia obligatoria para la Provincia. Esto
habilita a que cualquier ciudadano que lo desee, se puede sumar a este proceso".
Capozzi fundó su planteo en que
"la provincia no había realizado las consultas previas que determina la
misma ley en cuestión" y que "tampoco se habían considerado métodos
alternativos más racionales que no afectan el equilibrio ecológico". Citó
además estudios destacados, como por ejemplo, los que vienen realizando el
INTA, particularmente en la ciudad de Junín de los Andes con la cría de perros
protectores, que no atacan al animal silvestre sino que lo mantiene alejado.
"La aplicación de estos métodos han permitido reducir en un 85 % la
mortandad de ovinos sin daños para los felinos y zorros", fundamentó. Del
mismo modo, hizo saber a la Cámara que investigadores de la Universidad del
Comahue respaldan esta postura.
Al mismo tiempo, citó leyes
nacionales y provinciales, así como la Constitución de Río Negro, cuyo objetivo
es el de regular específicamente la protección de la fauna y flora autóctona,
dándole el rango de patrimonio de la Nación y la Provincia.
El profesional explicó que
"la ley cuestionada, sancionada durante una dictadura militar, tiene más
de 40 años. Por aquellos tiempos no había estudios serios sobre el impacto
ambiental, por lo cual no se tenía conciencia sobre las implicancias de la
desaparición de estos pumas y zorros como barrera natural para el crecimiento
de especial dañinas".
En otro punto, afirmó que
"debido a la interacción trófica entre distintas poblaciones de grandes
mamíferos que habitan la estepa patagónica y que incluyen no sólo a predadores
como el puma y el zorro, sino también al ganado y competidores silvestres del
mismo como guanacos y maras, la disminución forzada del puma que se encuentra
en la cúspide de la red no favorece a a la producción sino todo lo contrario.
Tiende al aumento de la carga herbívoros en general hasta un punto de deterioro
irreversible de las pasturas, que quedan de este modo inutilizables para la
ganadería, con el consecuente perjuicio permanente para el productor". De
este modo, la ley provincial 763/72 "no privilegia a la vida humana ni a los
crianceros, sino que es una ley vetusta, realizada sin ningún conocimiento del
funcionamiento del ecosistema y que debe ser reformulada de acuerdo a los
conocimientos actuales", aseveró el dr. Capozzi.
A modo de cierre, afirmó:
"para colmo de males, el Gobierno Provincial ha dispuesto aumentar el
monto de las recompensas, con lo cual el incentivo ya no es proteger a las
ovejas, sino lucrar con la muerte de pumas y zorros".