Por Darío Berardi (*) La espesura
moral de Piccinini releva a cualquiera, radical, peronista o socialista de
hacer ningún comentario. Su voracidad está a la vista. Como una hambrienta
lleva años buscando posicionarse, prueba cualquier bocado, no deshecha ningún
plato.
Piccinini aceptó hacerse cargo de
la Defensoría del Pueblo (cargo que le debe a Daniel Sartor) porque en ningún
momento ignoró que podía transformar esta estructura en una plataforma para
proyectarse más allá de su partido político de origen, ese que le permitió
construir sus antecedentes políticos y parlamentarios, y también, porque no
decirlo, su patrimonio económico, porque en ningún otro lugar cabe mejor la
frase esa de ¡a vos con la UCR no te fue nada mal, gordita!
Piccinini explotó la fractura en
el FpV y acomodó su cuerpo ofreciendo su experiencia parlamentaria….para su
propio beneficio.
No había cambiado el viento,
Ariel Rivero era desplazado por Pesatti en la Legislatura rionegrina y
Piccinini volvió a acomodar su cuerpo pero ahora de la mano de ex tribuno Pedro
Casariego y de la del ex ministro Rafucho Rodríguez y viajó cuantas veces le hizo falta, a reunirse en Buenos Aires con
los armadores del PRO a quienes acompañó en su presentación en Viedma, junto a
Ricardo Vélez y Claudio Lueiro que alojaron a esta agrupación en los vestigios
de la estructura del PPR.
De hecho y según releva el diario
Río Negro del 24 de abril: “Ayer, en una conferencia de prensa desarrollada en
un hotel céntrico estuvieron presentes Humberto Schiabone, presidente del PRO
Nacional; Emilio Monzó, del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; y Sebastián
García de Luca y Enrique Braun, coordinadores de la Región Patagónica. Además,
abrió la charla el presidente del PRO Río Negro, Daniel Pardo, y entre los
participantes estuvieron la legisladora Ana Piccinini, el ex integrante del
Tribunal de Cuentas, Pedro Casariego; el ex director de Deportes ,Ricardo
Vélez; el legislador Claudio Lueiro, ex asesores de Daniel Sartor, el dirigente
peperreísta viedmense, Pedro Suárez, el ex intendente de Regina Daniel Miocevic
y asesores de la ex defensora del Pueblo, entre otros”
Ahora, como los conversos,
Piccinini debe convencer al peronismo que es la más peronista entre los
peronistas y se decide por detractar al intendente radical de Viedma, José Luis
Foulkes, y en ese camino no mide, como no midió antes, con más parámetro que el
beneficio personal.
Para el radicalismo, un partido
que empieza a salir de su larga caminata por el desierto, alguien de esta breve
altura moral y de esta incapacidad de construcciones colectivas es lo que en la
calle se conoce como “un pelotazo en contra”.
Los peronistas ya nos dará la
razón y allí va nuestra solidaridad por el mal trago que hoy les toca tomarse.- (*) Legislador Provincial