El cambio que prometió Francisco empieza
a tomar forma con hechos concretos que confirman los gestos de su primer año de
papado. El sínodo de obispos dio a conocer ayer la denominada Relatio post
Disceptationem (informe después de la discusión), un borrador del documento
final que sorprendió por una apertura sin precedente hacia los homosexuales y
porque subrayó "lo positivo" que hay en las parejas de hecho.
"Las personas homosexuales tienen
dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana. ¿Estamos en grado de
recibir a estas personas, garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras
comunidades? A menudo desean encontrar una Iglesia que sea casa acogedora para
ellos. ¿Nuestras comunidades están en grado de serlo, aceptando y evaluando su
orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el
matrimonio?" Éstas son algunas de las frases del informe, que resume las
discusiones que los 191 padres sinodales tuvieron la semana pasada sobre temas
antes considerados tabú y que hacen a la familia de hoy.
"La cuestión homosexual nos
interpela a una reflexión seria sobre cómo elaborar caminos realistas de
crecimiento afectivo y de madurez humana y evangélica integrando la dimensión
sexual. Por lo tanto, se presenta como un importante desafío educativo",
agrega el documento, que, de todos modos, reitera el no de la Iglesia a
cualquier equiparación del matrimonio entre un hombre y una mujer con las
uniones gay.
Aunque se trata de un borrador, el texto
representa un verdadero giro para la Iglesia Católica, según los expertos.
Nunca antes se había visto, en negro sobre blanco, un lenguaje y un tono tan
compasivos, abiertos y poco severos en un documento del Vaticano.
En la asamblea de obispos de todo el
mundo, que tiene lugar a puertas cerradas, de hecho, muchos padres sinodales
habían reclamado la semana pasada el uso de un lenguaje distinto, menos
condenatorio, evitando por ejemplo hablar de "desorden intrínseco" al
referirse a los homosexuales.
Ésa fue la frase usada por Benedicto XVI,
papa emérito, en un documento escrito antes de su elección, cuando todavía era
el cardenal Joseph Ratzinger y dirigía la Congregación para la Doctrina de la
Fe.
Tras reconocer que la familia está en
crisis debido a diversos factores -individualismo exasperado, soledad e
impotencia ante una realidad socioeconómica difícil-, que aumentaron tanto las
parejas de hecho en todo el mundo como los divorcios, el documento borrador
llama la atención al hablar de "lo positivo" que hay en las uniones
civiles y en las convivencias. Un hecho sin precedente.
"Una sensibilidad nueva de la
pastoral actual consiste en acoger la realidad positiva de los matrimonios
civiles y, reconociendo las debidas diferencias, de las convivencias",
indica el texto, que asegura que también en las uniones de hecho "es
posible acoger los valores familiares auténticos, o al menos el deseo de
ellos".
"Es necesario que el acompañamiento
pastoral parta siempre de estos aspectos positivos", subraya asimismo, al
llamar a abordar todas estas situaciones "de manera constructiva, buscando
transformarlas en oportunidad de camino hacia la plenitud del matrimonio y de
la familia a la luz del Evangelio".
Dada a conocer por el cardenal húngaro
Peter Erdo, relator general del sínodo, ante el mismo Papa y cerca de 200
obispos en el aula del sínodo, la Relatio post disceptationem (informe
posterior a la discusión) servirá como base para el trabajo de los obispos de los
próximos días, divididos en grupos lingüísticos llamados "círculos
menores". Fuente La Nación
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