En un recinto semivacío, salpicado por el
escándalo que marcó la retirada en masa de la oposición, nació en la Cámara de
Diputados una de las leyes de mayor trascendencia de nuestro país, el nuevo
Código Civil y Comercial, que entrará en vigor el primer día de 2016.
Lo que debió ser una sesión histórica,
devino en un alboroto generalizado que finalizó con el voto solitario de los
134 diputados oficialistas y aliados presentes en el recinto. Fuera del
hemiciclo la oposición despotricaba: acusó al kirchnerismo, puntualmente al
presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, por eventual abuso de
autoridad, acusación que plasmó en tres denuncias penales ante la Justicia.
Advirtió que la sesión era "ilegal y, por lo tanto, viciada de
nulidad" porque el proyecto no contaba con dictamen de comisión.
"Nos quieren llevar mediante la
ilegalidad a aprobar la ley de fondo más trascendente de los últimos 100 años
-exclamó el jefe del bloque radical, Mario Negri-. No lo vamos a consentir. ¡Violaron
el reglamento, construyeron órdenes del día "truchas" y les importó
un comino el consenso para el Código Civil!"
La diputada kirchnerista Diana Conti
reaccionó indignada. "¡El pueblo se avergüenza de tenerlos a ustedes como
representantes!", asestó como respuesta.
Así, entre gritos y críticas cruzadas, el
debate finalizó con la retirada de toda la oposición de sus bancas, mientras
Domínguez pedía que se quedaran. El presidente del cuerpo negó que se hubiera
violado el reglamento del cuerpo. "El dictamen existe, y es el de la media
sanción del Senado", enfatizó.
Éste fue el inesperado corolario para un
trabajo que comenzó en marzo de 2012, con la presentación del anteproyecto que
elaboró una comisión de juristas liderada por el presidente de la Corte,
Ricardo Lorenzetti, y que luego recorrió el país en audiencias públicas.
Semejante tarea se tradujo en un compendio de 2671 artículos que prometían
modernizar los 145 años de jurisprudencia que había sembrado el viejo Código
Civil en la pluma de Dalmacio Vélez Sarsfield.
Así, el nuevo Código Civil y Comercial
sancionado ayer introduce importantes innovaciones en temas tan sensibles como
el nacimiento, el matrimonio, la familia, la educación, las transacciones y los
contratos comerciales y el patrimonio, entre otros puntos (de lo que se informa
aparte). Vale aclarar que el texto que finalmente redactó la Comisión Bicameral
ad hoc difiere en aspectos centrales respecto del que había elaborado la
comisión de juristas encabezada por Lorenzetti, por ejemplo, en la cuestión de
la responsabilidad civil del Estado, finalmente extirpado del Código.
Este cambio, junto con la eliminación del
artículo que garantizaba el acceso al agua potable como derecho fundamental y
otras modificaciones, provocó el rechazo unánime de la oposición y de sectores
del ambiente jurídico.
Con esta polémica, el dictamen de la
Comisión Bicameral se discutió en el Senado en noviembre del año pasado. Fue
una sesión difícil, que finalizó con la oposición fuera del recinto y con el
jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto, admitiendo sus disidencias con el
texto que votó "por obligaciones políticas". La Nación.
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