El gobernador Alberto Weretilneck no fue
invitado a participar en los festejos por el 135º aniversario de la ciudad de
General Roca, en lo que se puede considerar un desaire político de alto calibre
y una afectación a la investidura del mandatario provincial.
La tensa relación que existe entre
Weretilneck y el intendente Martín Soria, que incluso ha tenido facetas
personales y judiciales, parece haber derivado ahora en este gesto de ninguneo
protocolar.
En los últimos tiempos, el gobernador
viene siendo objeto de desconocimiento a su cargo en distintos actos con
presencia de funcionarios nacionales. El más reciente fue la ceremonia oficial
por el envío a la Guayana francesa del satélite fabricado por el Invap
rionegrino, donde estuvo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
En la celebración roquense, entre las
autoridades presentes se contó el senador Miguel Pichetto, pero llamó la
atención que no estuviera el mandatario provincial. Pese al desaire, Weretilneck
envió una nota de salutación a la comunidad de General Roca, a la que deseó sus
“mejores augurios”. Además, confirmó su ausencia en los festejos “en virtud que
no fue invitado por el Municipio” para participar de los actos, “lamentando tal
situación”.
El secretario de Comunicación provincial,
Guillermo Campetti, reflexionó que la no invitación “era algo esperable en
alguien con las actitudes de Martín Soria. No nos sorprendió”. La Mañana de
Cipolletti.
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