El avance del narcotráfico en la
Argentina, con su secuela de violencia, inseguridad y la problemática de la
rehabilitación de los adictos y la eventual intención del gobierno nacional de
legalizar el consumo y la tenencia de estupefacientes, motivó a las academias
nacionales de Medicina, Derecho y Ciencias Sociales, de Ciencias Morales y
Políticas y de Periodismo a tratar el flagelo desde diversas ópticas.
Por primera vez en la historia, las
cuatro entidades compartieron sus enfoques en una conferencia brindada en la
sede de Medicina, de la que participaron académicos de número y especialistas.
Coordinados por el académico Hugo Obigli
y presentados por su par Emilio Gneco, disertaron el neurólogo Ramón Leiguarda;
los educadores Horacio Sanguinetti y Horacio Reyser; el jurista Jorge Vanossi,
y el especialista social en rehabilitación de adictos Juan Pablo Berra.
En una carta enviada al encuentro, porque
un problema de salud le impidió participar, Manuel Solanet, presidente de la
Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, resumió la inquietud de sus
pares ante los proyectos del gobierno nacional sobre la legalización del
consumo de drogas. "Hay que luchar contra este flagelo", planteó Solanet
en la misiva en la que deslizó la preocupación de que la Argentina adopte
modelos de legalización de producción y comercialización como ya hizo Uruguay
en relación con la marihuana.
No sólo hizo alusión al caso de Uruguay,
sino que también recordó la sentencia de la Corte Suprema en el caso Arriola
(en 2009) por la cual se despenalizó el consumo del estupefaciente: "Los
jueces aplican esa jurisprudencia (a falta de leyes en ese sentido)".
Durante las casi tres horas de
exposiciones individuales, cada académico aportó su visión y su crítica al
papel de los estupefacientes en la sociedad argentina.
El presidente de la Academia Nacional de
Medicina, Roberto Pradier, consideró "paradójico que hayan disminuido las
amenazas de las enfermedades transmisibles y que el ser humano, a través de las
drogas, el alcohol y el tabaco, se empeñe en su autodestrucción".
Su par de la Academia Nacional de Derecho
y Ciencias Sociales de Buenos Aires, Gregorio Badeni, afirmó que "hoy el
flagelo de la drogadicción es casi universal y la Argentina no permanece al
margen", aunque señaló la "ausencia de políticas gubernamentales
coherentes" y "la jurisprudencia incoherente de la Justicia"
para reconocer los daños en la salud, en las familias y en la sociedad "para
prevenir las adicciones".
Al analizar la situación desde el punto
de vista jurídico, Vanossi aseveró: "Lo grave no es que las penas sean
leves, lo grave es que no se apliquen". Y añadió que "hay familias
destruidas, jóvenes devastados, tribunales colapsados y cárceles convertidas en
universidades del delito".
Horacio Sanguinetti brindó su perspectiva
de educador y su experiencia con alumnos secundarios y puso énfasis en la
necesidad de educar y de que los padres asuman su papel. "La familia ha
desertado bastante de la función educativa. Hay que encontrar el tiempo de
acompañar a los hijos y tiene que haber una amplia ejemplaridad."
Ramón Leiguarda fue didáctico y enfrentó
al auditorio con una secuencia de imágenes cerebrales que permitieron captar de
manera concreta el daño según la sustancia y explicó los síntomas de consumo y
de abstinencia.
Horario Reyser planteó la importancia de
"trabajar por la inclusión social con vínculos fuertes y confiables con la
comunidad" para evitar la criminalización y que los jóvenes se vuelquen
"a la violencia, al delito y a la droga".
REHABILITAR
Juan Pablo Berra desplegó su experiencia
de 30 años en el trabajo de rehabilitación de adictos. "Es muy importante
y posible la prevención", dijo al dar algunos consejos sobre cómo hablar y
cómo escuchar a los más jóvenes. "Hace 30 años que estoy esperando la
lucha contra el narcotráfico, que es una guerra por la que hace años que
estamos perdiendo vidas."
De la jornada académica participaron casi
200 personas, entre quienes se contaron numerosos médicos, juristas, educadores
y especialistas en ciencias sociales, así como el diputado nacional Juan Carlos
Zabalza (Partido Socialista, de Santa Fe) y el ex ministro de Salud de la
gestión de la Alianza Héctor Lombardo, quien al hacer una consulta a los panelistas
sentenció: "Lo peor que vamos a dejar de herencia a las próximas
generaciones es la drogadicción, no los fondos buitre o la inflación. Esto es
pasar a un Estado narco, del que será muy difícil salir aunque hay cosas que
son posibles de alcanzar".
Además de la misiva de Solanet, habló
para cerrar la jornada el presidente de la Academia Nacional de Periodismo,
Hermenegildo Sábat. Hizo una comparación entre la orquesta West-Eastern Divan,
que aúna músicos de países de Medio Oriente enfrentados políticamente, y la
posibilidad de que en la Argentina distintos sectores puedan trabajar de manera
mancomunada. "Nadie puede sugerir indiferencia frente a este formidable
comercio y a este uso abusivo de las drogas", concluyó. La Nación.
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