Una espera luego de 28 años desde la
última vez que Argentina fue campeón del mundo, 24 desde que la Selección no
estaba en una final de un Mundial. Las jugadas más claras, fueron para nuestra
Selección. Higuaín tuvo una oportunidad única. Kroos le quiso pasar la pelota a
su arquero y dejó al Pipa mano a mano. Con la pelota
picando y sin marca, el delantero falló en la definición. Increíble. Un
pelotazo aislado para Higuaín obligó a Neuer a salir lejos de su arco. Se lo
llevó puesto a Higuaín. Fue penal. Pero el árbitro italiano cobró falta
en ataque. Insólito. Como si fuera poco Palacio erró un gol increíble. No era
para la Argentina.
El partido se empezó a jugar en la entrada en
calor. Sami Khedira, el volante del Real Madrid que le marcó uno de los siete
goles a Brasil sintió un dolor en la entrada en calor y a último segundo
Christoph Kramer, un pibe de 23 años que no vio a Alemania campeón el 90, tomó
su lugar. Sabella repitió el equipo jugó ante Holanda. 4-4-2 con Romero;
Zabaleta, Demichelis, Garay, Rojo; Enzo Pérez, Biglia, Mascherano, Lavezzi;
Messi e Higuaín. Por la gloria.
Desde el primer segundo hasta el minuto 47 hubo
dos propuestas claras. Alemania dominó la pelota en campo rival y Argentina se
agazapó para salir de contra. El andarivel derecho del ataque alemán fue el
preferido, es que Lahm y Müller quedaban dos contra uno todo el tiempo ante
Rojo. Y Argentina sufría, aunque solo con centros que Klose no podía conectar.
A los 3, tras un tiro libre en la barrera de
Kroos, Argentina salió de contra. Lavezzi le ganó a Hummels y toca para Pérez,
pero tras un rebote le quedó a Higuaín. Pero su derechazo cruzado se perdió
afuera. A los 8, otra contra, esta vez con Messi que desborda por derecha. El
centro atrás para Pérez no llegó a destino. A los 10, Zabaleta se filtra por
derecha y el mismo final que la jugada anterior.
Pero fue Higuaín el que tuvo una oportunidad
única. Porque Argentina esperó el error del rival y el error llegó. Kroos le quiso
pasar la pelota a su arquero Neuer con la cabeza, pero dejó al Pipa mano a
mano. Con la pelota picando y sin marca, el delantero falló en la definición.
Increíble. Para colmo, a los 29, Enzo Pérez envió un centro al área que conectó
Higuaín y la pelota besó la red. Lo gritó, pero el línea Andrea Stefani levantó
su bandera en una correcta decisión.
Para los 30, Löw, incómodo con el partido,
aprovechó la lesión de Kramer (recibió un fuerte golpe en la cabeza tras un
cruce de Garay) para poner a Schürrle. Sale un volante, ingresa un delantero
-el que completó la faena ante Brasil con un doblete, nada menos-. Y en el
último cuarto de hora del primer tiempo casi todo fue para Alemania. A los 36,
Romero se lució ante un remate del recién ingresado, aunque la jugada no valía
por el fuera de juego de Özil. Y el final fue golpe por golpe, aunque Argentina
metía uno cada tres o cuatro de los alemanes. Messi desbordó por derecha
(Hummels estuvo a punto de cometerle penal), pero otra vez no encontró
destinatario para su centro. A los 43, otra vez Romero mantuvo el cero ante
Kroos tras un error de Mascherano en el medio. Y sobre el cierre, el infarto:
córner de Kroos desde la derecha, cabezazo de Höwedes, palo, Müller (en
offside) y Romero. A respirar...
Agüero por Lavezzi para el segundo y diez
minutos eléctricos de la Selección. Salió a buscar el gol de la diferencia en
los primeros suspiros del segundo tiempo. Y fue Messi el que quedó mano a mano,
nada menos. Pero Lío definió de zurda, apenas desviado. Otra chance perdida y a
volver a empezar.
Un pelotazo aislado para Higuaín obligó a Neuer
a salir lejos de su arco. Se lo llevó puesto a Higuaín. Fue penal. Pero el
árbitro italiano Rizzoli cobró falta en ataque. Insólito. Y Argentina otra vez
debía recomponer sus piezas, meterse rápido en el partido.
Pasó poco en el segundo tiempo. Argentina
controló a su rival, a pesar de la superioridad numérica en la mitad de la
cancha, y del despliegue físico de los alemanes que no tenían encima un
suplementario como la Selección que llegó a los penales ante Holanda. A los 29,
Messi (molesto y con gestos de dolor) por primera vez en el torneo pudo
realizar su jugada característica: gambeta desde la derecha hacia el medio y
zurdazo al segundo palo: desviado. Enseguida, a la cancha Palacio, afuera
Higuaín; Argentina apostaba por la pelota larga a espaldas de los centrales. Y
ya casi no atacó. Pero Alemania tampoco, o muy poco.
A los 36, Kroos tuvo el gol en la puerta del
área, pero su toque de derecha se fue desviado. Gago por Enzo Pérez, a cuidar
la pelota. Y Götze reemplazó a Klose. Apuró Alemania sobre el final, pero el
partido se fue inexorablemente al tiempo suplementario.
El primero de los dos tiempos complementarios
tuvo una situación clarísima por bando. La primera fue para Alemania con un
remate de Schürrle que otra vez despejó Romero. Y la de Argentina fue un gran
pase para Palacio que la bajó de pecho y quedó de cara al gol. La quiso tocar
por encima de Neuer, pero le pegó mal y la pelota se perdió afuera. El partido
no podía ya tener más tensión.
Y en el segundo tiempo el desborde de Schürrle,
el centro al área. Götze pecho, zurdazo y gol. Alemania se quedó con su cuarto
título del mundo y Argentina sin trofeo, pero con el pecho inflado y la frente
bien alta.
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