El Secretario de Comercio Augusto Costa había advertido que intervendría en el mercado de Liniers si no bajaban los precios, e indirectamente cumplió con su amenaza. Así, el martes, distintos operadores importantes en el mercado de ganado y afines al Gobierno, acordaron una baja en el costo del ganado en pie para los mayoristas. Pero para los consumidores el escenario no cambia ya que los precios al público se mantienen.
El martes se reunieron importantes operadores como Alberto Samid -hombre de Scioli, dueño de las carnicerías Lonja y vicepresidente del Mercado Central- y Ricardo Bruzzese del grupo Penta -abastecedor de carne vacuna de Capital y GBA, que fue el motor del plan “carne para todos”-, acordaron precios menores para la hacienda en pie. Los novillitos bajaron 13%, de $16 a $14; las vacas, 22%, de 9,50 a 7,50 y los toros cayeron otro 20%, de 10,50 a 8,50.
Sin embargo, hasta la tarde de ayer estas bajas no habían llegado a los mostradores: el asado no baja de los $55, el vacío de los $57 y el peceto llega a tocar los $90 en algunas carnicerías. Las pizarras mantenían sus precios y algunos hasta habían aumentado. Encargados de carnicerías y supermercados aseguraron que los precios se mantenían invariables y no habían tenido noticias de cambios en la semana. Incluso, un comerciante de Almagro denunció un aumento del 5% en el precio de la media res.
La cámara de industriales y comerciantes de la carne, CICCRA, se atribuyó la suba a dificultades en el abastecimiento por razones climáticas “coincidentemente con la fuerte devaluación y la inflación”, y estimaron que cuando la situación se normalice el valor se retrotraerá cerca del 10%. Además, la entidad criticó la intervención de Costa en el mercado: “Reitera lo realizado por Guillermo Moreno que llevó a funestos resultados para el sector. Debería calmarse y esperar a que mejore el clima”. IEco.