CUAP: HOY SE CUMPLEN 60 AÑOS DEL PENAL MAS LARGO DEL MUNDO

Hoy, 12 de diciembre de 2013, se cumplen seis décadas del episodio verídico, una increíble historia que se gestó en la vieja cancha de Cipolletti, entre entre el “local”, comandado por el mágico 'Tito' Padín, y el Unión de Allen del artillero Aldo Cornides:


El 'Gordo' Osvaldo Soriano, uno de los escritores más deliciosos que supo parir la literatura nacional, anduvo por estos valles con aroma a frutales hace varias décadas. De aquí sacó historias entrañables, como aquella que dedicó a los futboleros: "el penal más largo del mundo":

El hecho existió aunque en la mente del añorable escritor, 'fana' de San Lorenzo y de los placeres de la vida, se escaparon detalles ficcionados.

Espectacular, dramático y emotivo son los calificativos con los que se rememora a aquel campeonato de la Liga de Fútbol Confluencia de 1953. Soriano, desde su excelsa pluma, habla de que el torneo se jugó en 1958 y que a la definición llegaron Estrella Polar -que "siempre terminaba más abajo del décimo puesto"- y Deportivo Belgrano - "el eterno campeón" y alter ego del Cipolletti de esa época-.

En realidad, aquella tarde del sábado 12 de diciembre, a puertas cerradas, se definió a través de la pena máxima si el título se resolvía en un tercer partido al otro día en la localidad de Cinco Saltos o si Unión Alem Progresista (UAP) destronaba al 'Albinegro'. Los enfrentamientos entre Cipo y Unión eran durísimos, emotivos, cargados de adrenalina y con el "honor" de las dos ciudades en juego.

Los jugadores eran héroes de épocas. Soriano, siempre desde lo ficcional, lo describió así: "Eran la atracción y en el pueblo se les permitía todo. Los viejos les recogían de los bares cuando tomaban demasiado y se ponían pendencieros; los comerciantes les regalaban algún juguete o caramelos para los hijos y en el cine, las novias les consentían caricias por encima de las rodillas".

En la década del '50, la Liga la integraban 10 equipos que jugaban todos contra todos y a dos ruedas. Además de los mencionados, estaban Obrero Dique, Cinco Saltos, Experimental, San Martín, Rosauer, Alto Valle, Estrella Polar y Fernández Oro. Generalmente se daban partidos con resultados abultados y la explicación es lógica: defendían dos, había tres volantes y atacaban cinco delanteros. No existía la educación profesional en el cuidado y acondicionamiento de los físicos.

Los entrenamientos eran livianos, se juntaban una o dos veces a la semana y la profesión de técnico no era profesión. "Daban 20 vueltas a la cancha y hacían un picadito. Si faltaba alguien nos decían a nosotros si queríamos jugar", comentó Román Villalba, hijo del canchero de Cipolletti por aquel entonces y 'fana' del club. Río Negro

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