Pasaron más de 60 días, más de dos meses y las
aulas siguen vacías. Por la mayoría de los pizarrones todavía no pasó ni una
sola tiza; hay miles de pupitres que esperan dueño. En casi todos los colegios
de Santa Cruz -jardines, primarias y secundarias- las clases aún no empezaron.
Desde el 6 de marzo -cuando se iniciaba el ciclo
lectivo- que los gremios docentes mantienen un plan de lucha, que se extiende
semana tras semana. Allí los maestros cobraron una parte de marzo, nada de
abril, y en la única reunión paritaria que hubo -el 20 de marzo- el gobierno
provincial les ofreció un aumento del 3%. Algunas familias, las que pueden,
optaron por medidas extremas y mandaron a sus hijos a estudiar a otras partes
del país. Los docentes que pueden también abandonan la provincia.
La situación es dramática para las familias, que
tienen que hacer “malabares” para lidiar con sus hijos en casa. Muchos los
envían a clases particulares, algunas brindadas por docentes jubiladas. En
algunas escuelas hay clases de “fortalecimiento” que dan los mismos docentes
que están de paro. Es media hora en la que los chicos “solo hacen unas cuentas
y les dan para leer un poquito”, según dijo, madre de tres hijos, dos de ellos
en la escuela primaria. Nahir cuenta que el mayor, que debía empezar cuarto
grado, aprendió a leer y escribir con ella. Y que ahora ve cómo amigos que van
a la escuela privada están preparando el acto de jura por el Día de la Bandera,
y él ni siquiera empezó las clases. Nahir tiene una peluquería y sus hijos pasan
todas las tardes ahí.
En Río Gallegos hay solo dos escuelas privadas y en
Calafate apenas una, que no tienen vacantes. También hay algunas “semiprivadas”
(con subvención del Estado) pero que también tienen mucho paro, de acuerdo a
los testimonios.
Entre los que optaron por estudiar en otras provincias
está el caso de Tomás Segovia Salinas (15) que iba al segundo año del
industrial de Calafate. Como tiene los hermanos mayores en Buenos Aires que lo
pueden cuidar, la familia decidió que estudie en el colegio Corazón de Jesús,
de Capital. “Nosotros tenemos la suerte de poder hacerlo pero no es lo que
queremos. Lo que pasa que no queríamos que Tomás pierda el año”, dijo su madre
Lorena Salinas.
Los docentes santacruceños viven en un total
desconcierto. Cada tanto cobran algo, pero no saben exactamente a qué
corresponde ese pago. La provincia dejó de hacerles recibo de sueldo así que no
pueden llevar la contabilidad de sus ingresos. Esta misma semana Santa Cruz
recibió de parte de la Nación fondos del Incentivo Docente. Llegaron a las
cuentas de los docentes, pero a muchos de ellos el banco luego “se los quitó”.
Adosac, el gremio mayoritario, denunció ante la Justicia que el gobierno se
quedó con 25 millones de pesos de los fondos sindicales, que no les aportan
desde hace más de dos años. El gremio ahora se financia con la venta de
diversos artículos en la calle.
Los alumnos no son los únicos que, por la crisis,
dejan la provincia. En La Pampa, por la llegada de muchos maestros de Santa
Cruz, decidieron modificar el puntaje docente. Fue una propuesta del gremio
local UTELPA -que forma parte de Ctera- que apuntó a exigir más años de
residencia para acceder al cargo de titular. Las modificaciones son dos: por un
lado el Ministerio de Educación ahora pide dos años de residencia en La Pampa o
cinco años en el sistema educativo para acceder a un cargo titular. Y por otro
duplica el puntaje por año trabajado en el sistema educativo pampeano.
Por el extenso conflicto docente, el año pasado
muchos colegios de Santa Cruz apenas tuvieron 90 días de clases. Pero la
mayoría de los alumnos pasaron de grado o de año. El Ministerio de Educación
provincial implementó “escuelas de verano” y modificó los reglamentes para que
los chicos de secundaria pudieran pasar con tres previos en lugar de dos. “Si
sigue así, yo estoy pensando en hacer que mis chicos vuelvan a cursar el año
por más que lo hagan pasar. No están aprendiendo”, dice Nahir.
En Santa Cruz esperan una respuesta del gobierno
nacional que, a través del ministro del Interior Frigerio, se limitó a decir
que “el ministro de Educación Esteban Bullrich está encima del tema de que los
chicos no tienen clases en Santa Cruz”.
“Cómo van a llevar la carpa a Formosa si acá no hay
clases”
“Cómo van a llevar la carpa a Formosa cuando en
Santa Cruz no hay clases, evidentemente tienen otros intereses”, dijo Pedro
Cormak, titular de Adosac, el gremio docente mayoritario de esa provincia. Se
queja de la conducción de Ctera, de la cual Adosac forma parte. “Cuando los
reprimieron en Buenos Aires inmediatamente llamaron a un paro nacional. En
cambio, cuando nos reprimieron acá, apenas recibí un pequeño mensaje de texto
de Sonia Alesso”, dice Cormak.
El dirigente describe la alarmante situación que
viven sus representados, que apenas cobraron un 30% de marzo y nada de abril.
“El viernes pasado nos recibió la ministra de Educación, pero fue un
formalismo, no nos dio ninguna respuesta. Lo único que nos habla es de la causa
de la crisis, de Macri. Pero nosotros no estamos ni con uno ni con otro.
PUBLICADO EL
11-05-2017
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